Les dejo el audio del programa de ayer, acá y acá.
Martín Bohmer sobre la democratización de la Justicia (y el Martín Fierro), y Sergio Olguín sobre su última novela y el policial en la Argentina.
Soundtrack: Novalima, Seu Jorge, Gainsbourg & Birkin, Nikka Costa, This Mortal Coil.
Aquí, la intro del programa:
¿Cuánto hace que hablamos de la inflación? Estuvimos cuatro años discutiendo si había subido, y ahora discutimos si la culpa la tiene el que vende o el que compra o el que imprime los billetes.
Discutimos si “conviene” más el bono de YPF o el depósito en el banco, dos instrumentos que en un año se quedan con el 10% de nuestros ahorros.
Los “expertos” analizan las cifras del discurso presidencial, impactantes números nominales que suben con la inflación. Argentina es el país donde más crecen la recaudación y los salarios y las jubilaciones porque es el país donde más crecen los precios.
La política debate si la década 2002-2012 fue una década ganada, pero se olvidan de su antecedente más cercano: la década ganada de 1989-1999.
Los presuntos expertos, los medios, incluso nosotros mismos acá debatimos la inflación Coto, las bondades relativas de instrumentos de desahorro, los récords de recaudación nominal y las décadas presidenciales. Y, al hacerlo, le damos entidad a una conversación que podría ocurrir en una obra de Ionesco o una novela de Soriano.
¿Es necesario un experto neoliberal para explicar que si la jubilación promedio sube 25% y la inflación es de 25%, para todos los fines prácticos, la jubilación no sube? ¿Es necesario invocar a Marx y a Keynes para explicar que el que sube precios y el que sube salarios 25% no causan esta inflación del 25% sino al revés?
Manual de economía tercermundista versionado por Hunter Thompson. Será el costo de la democratización de la economía, dice un amigo no economista.
¿Podemos, parafrasando al multiinstrumentalista gastronómico, dejar de hablar de estos temas folclóricos por dos años? Dos años sin teorías conspirativas ni periodismo de guerra ni soviet chic ni compre fueguino. Dos años sin debates K versus no K, sin estigmatizaciones ni periodismo militante, ni nacionalismos superadores.
Recién empieza marzo y ya estamos cansados.
¿Podemos tomarnos un recreo?
Una amiga y oyente me cuenta una historia. Pareja de progres jóvenes y palermitanos se mudan a una villa para tomar un baño de pobreza. La idishe mame de la nena va los fines de semana a llevarles comida y regalos y la nena no la deja entrar en la casa. La mame comparte la comida y regalos rechazados con las vecinas de la villa, que entienden y comparten su drama, la contienen. Finalmente la nena tiene un chico con problemas de salud, vuelve a palermo y a la prepaga. La mame de vez en cuando pasa por la villa a saludar a las vecinas, matea con ellas mientras les muestra las fotos de la fiesta de 15 de la nena, con la que ahora sólo habla de dinero.
Un amigo y oyente me cuenta otra historia. Le roban una camioneta a punta de pistola un mes después de comprarla. Una semana después de hacer la denuncia, ya resignado a la pérdida, lo llama la policía de Paraguay para decirle que tienen el vehículo y que puede pasar a buscarlo por Asunción. Viaja con un pasaje de ida y hace horas de cola y horas de papeles y finalmente se la entregan, intacta. La maneja un día y medio de vuelta a Buenos Aires. Llega cansado y duerme 12 horas seguidas. A la mañana siguiente, al salir del garage, lo abordan dos tipos a punta de pistola y le piden la camioneta. Mientras uno lo custodia, el otro desarma los asientos y extrae varios ladrillos blancos. Luego lo liberan, le dan la mano. Gracias, jefe, disculpe las molestias.
Tomémonos un recreo. Hablemos de otra cosa.
Aquí, la intro del programa:
¿Cuánto hace que hablamos de la inflación? Estuvimos cuatro años discutiendo si había subido, y ahora discutimos si la culpa la tiene el que vende o el que compra o el que imprime los billetes.
Discutimos si “conviene” más el bono de YPF o el depósito en el banco, dos instrumentos que en un año se quedan con el 10% de nuestros ahorros.
Los “expertos” analizan las cifras del discurso presidencial, impactantes números nominales que suben con la inflación. Argentina es el país donde más crecen la recaudación y los salarios y las jubilaciones porque es el país donde más crecen los precios.
La política debate si la década 2002-2012 fue una década ganada, pero se olvidan de su antecedente más cercano: la década ganada de 1989-1999.
Los presuntos expertos, los medios, incluso nosotros mismos acá debatimos la inflación Coto, las bondades relativas de instrumentos de desahorro, los récords de recaudación nominal y las décadas presidenciales. Y, al hacerlo, le damos entidad a una conversación que podría ocurrir en una obra de Ionesco o una novela de Soriano.
¿Es necesario un experto neoliberal para explicar que si la jubilación promedio sube 25% y la inflación es de 25%, para todos los fines prácticos, la jubilación no sube? ¿Es necesario invocar a Marx y a Keynes para explicar que el que sube precios y el que sube salarios 25% no causan esta inflación del 25% sino al revés?
Manual de economía tercermundista versionado por Hunter Thompson. Será el costo de la democratización de la economía, dice un amigo no economista.
¿Podemos, parafrasando al multiinstrumentalista gastronómico, dejar de hablar de estos temas folclóricos por dos años? Dos años sin teorías conspirativas ni periodismo de guerra ni soviet chic ni compre fueguino. Dos años sin debates K versus no K, sin estigmatizaciones ni periodismo militante, ni nacionalismos superadores.
Recién empieza marzo y ya estamos cansados.
¿Podemos tomarnos un recreo?
Una amiga y oyente me cuenta una historia. Pareja de progres jóvenes y palermitanos se mudan a una villa para tomar un baño de pobreza. La idishe mame de la nena va los fines de semana a llevarles comida y regalos y la nena no la deja entrar en la casa. La mame comparte la comida y regalos rechazados con las vecinas de la villa, que entienden y comparten su drama, la contienen. Finalmente la nena tiene un chico con problemas de salud, vuelve a palermo y a la prepaga. La mame de vez en cuando pasa por la villa a saludar a las vecinas, matea con ellas mientras les muestra las fotos de la fiesta de 15 de la nena, con la que ahora sólo habla de dinero.
Un amigo y oyente me cuenta otra historia. Le roban una camioneta a punta de pistola un mes después de comprarla. Una semana después de hacer la denuncia, ya resignado a la pérdida, lo llama la policía de Paraguay para decirle que tienen el vehículo y que puede pasar a buscarlo por Asunción. Viaja con un pasaje de ida y hace horas de cola y horas de papeles y finalmente se la entregan, intacta. La maneja un día y medio de vuelta a Buenos Aires. Llega cansado y duerme 12 horas seguidas. A la mañana siguiente, al salir del garage, lo abordan dos tipos a punta de pistola y le piden la camioneta. Mientras uno lo custodia, el otro desarma los asientos y extrae varios ladrillos blancos. Luego lo liberan, le dan la mano. Gracias, jefe, disculpe las molestias.
Tomémonos un recreo. Hablemos de otra cosa.
Y si hablamos de Independiente... no, no, chiste! Mejor ni hablar de nuestras desgracias compatidas.
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