miércoles, 31 de octubre de 2012

Tasas Chinas 1.17: El modelo, herido en el honor

El audio del último programa de Tasas Chinas, acá y acá. Charlamos con Mario Blejer sobre el fallo sobre el pari passu en Nueva York y con Juan Tokatlián sobre la fragata varada en Ghana.

Además, Galperín tiene sus cinco minutos con Caravaggio en el MNBA.

Soundtrack: Massive Attack, Camper van Beethoven, John Barry, Bjork y la canción más linda del mundo (de la semana).









Por pedido de nuestros millones de fans, va transcripción del texto de la intro:

La era del yuyo ha entrado en la etapa de la nostalgia del yuyo. Como una crisis de la mediana edad. Como esos ganadores que a los veinte se llevaban el mundo por delante -o, parafraseando al gran Guillermo, role model del kirchnerismo visceral, se cogían al mundo de parado. Como esos hijos de papá que manejaban el auto de papá y gastaban el dinero de papá, los cristinistas, hijos pródigos del kircherismo hijo de los noventa, hoy se quedaron sin saldo en la tarjeta y recuerdan los días de oro mientras se toman una grappa de fiado, a la espera de que alguien los rescate. China, la soja, la mística, las estética peronistas sdubsidiada por el INCAA. Es el exilio de Néstor, remake de Jorge Coscia, mezclado con el Viva Perón Carajo! Es Horacio Gonzáles hablándole a un Nestornauta de Sabat envuelto en esa bruma lunar que Pino usaba para disimular el bajo presupuesto y las imprecisiones del guión.

Se acabó el viento de cola y los vitelloni recorren el salón semidesierto con los restos del cotillòn tratando de que la fiesta no decaiga a fuerza de bombo y militancia. Hay que salir a trabajar. Pero la militancia no los preparó para esto.

La nostalgia perfora la edad de oro kirchnerista y nos devuelve al año en que vivimos en peligro. No el 76 de la juventud maravillosa sino el 2002 de las cacerolas. Cuando Daniel Carbonetto, el asesor del Alan García de la moratoria, soplaba al oído de Duhalde un plan que incluía: precios máximos para que la inflación no supere el 40%, retenciones móviles a las exportaciones, precio fijo para el dólar de exportación, renacionalización de YPF, reestatización del sistema previsional y flotación sucia para que el dólar no supere los $ 3 (caso contrario, control de cambios y prohibición de venta de dólares en el país). 2002! Yerba mala, como dice el dicho.

"Tengo todo este tiempo en mis manos, y hago huevo todo el día y empiezo a inventar estas tramas complicadas, y al rato siento que no querría haber perdido el tiempo, y entonces quiero creer en ellas", dice Ann, el personaje de Andie McDowell en Sexo mentiras y video. Graham, el personaje de James Spader, tira en una escena que los mentirosos son las segundas peores personas del mundo. 


Las primeras, se sabe, son los abogados.

Un grupo de abogados, el mismo que nos acaba de encanutar la fragata en Ghana, nos acaba de ganar un juicio en NY. No es motivo de regocijo ni representa ninguna versión de la justicia: estos buitres compran bonos baratos a tenedores desesperados y esperan que todos arreglen por menos para luego arreglar ellos por más, bajo tabla. Cobran de lo que no cobran otros. Son los caranchos del sistema financiero internacional.

Pero el dato excede la anécdota. Marca el fin de la adolescencia del modelo, que ya no es ni milagroso ni contracultural. Ya no crecemos más que el resto sino menos que el resto, sin motivo aparente. Después de horas de hacer bardo en la pista, ya no parecemos tan cool e irreverentes. Ahora cansamos. Sólo nos banca el gran hermano brasilero, porque no le queda otra. Estamos viejos para hacernos los pendejos.

¿Qué hace un adolescente herido en el honor con un arma cargada en la mano? ¿Acepta la realidad o se atrinchera en la habitación? Tenemos tres largo años para enterarnos.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Tasas Chinas 1.16: Despenalización del aborto y verdades económicas cristinistas



Les dejo el audio del último programa, acá y acá. Paola Bergallo, de la mano de la doctora Galperín, nos desasna sobre las idas y vueltas de la despenalización del aborto y Olivera y un sevidor desgranamos las 20 verdades económicas cristinistas. Además, inauguramos tuitcam!

Soundtrack: Kruder & Dorfmeister, Zuccchero, Waterboys, Supergrass y la canción más linda del mundo de la semana.

miércoles, 10 de octubre de 2012

El cadáver exquisito del relato

Les copio mi columna de hoy en La Nación online, fruto de algunos monólogos "chinos" y un pequeño choreo de un post anterior (nada se pierde), en versión original, con coda surrealista.

Economía, interpretación y relato

Un sistema donde la clase media dejó de existir y la mayoría de la gente subsiste a la sombra del trabajo precarizado, las industrias ilegales, la distribución de drogas, el comercio del sexo y las ventas de segunda mano—una plantación postmoderna donde la generación de relaciones de servidumbre a través del endeudamiento podía verse en cada esquina.” El sueño electrográfico, texto del filósofo inglés John Gray que acompañó la reciente muestra Bye Bye American Pie en el MALBA, describe así la coyuntura estadounidense en los albores de la Gran Recesión del 2009.

El sueño de Gray, sin embargo, no es electrográfico. Remite menos al Hola América de J. G. Ballard (novela de la que toma prestado el título) que al pulp del John Carpenter de Escape de Nueva York. No es casual, de hecho, que ambas obras sean de 1981: el diagnóstico sobre la decadencia del imperio americano fue moda en los neoliberales 80s de Reagan y Thatcher. De ahí, tal vez, la agradable resonancia retro del texto de Gray –y de la muestra del MALBA.

Este autodenominado pensamiento crítico, vigorizado por la crisis financiera, desdeña la evidencia empírica, siempre sospechosa o potencialmente sesgada por el sistema. Los datos no son, se construyen. Sin la evidencia, incómoda piedra en el zapato crítico, es más fácil tejer argumentos contundentes.

El sustento económico de su lógica irreductible es arbitrario. “El capitalismo chino carece de las característica que generaciones de neoliberales juzgaron necesarias para el crecimiento sostenido, como la moral individualista…Brasil se encuentra en medio de una transformación extraordinaria...Alemania —con un modelo de capitalismo muy diferente— emerge como la economía avanzada más exitosa." ¿Un protocapitalismo chino basado en la privatización del capital y la rentabilidad empresaria (suerte de revolución cultural industrialista)? ¿Un capitalismo alemán del bienestar basado en el sobreconsumo y el sobreendeudamiento de la periferia europea? ¿Un contracapitalismo paulista, como respuestas al agonizante capitalismo financiero americano? La realidad se resiste a su interpretación.

“La interpretación apareció por vez primera en la cultura de la antigüedad clásica, cuando el poder y la credibilidad del mito fueron derribados por la concepción realista del mundo introducida por la ilustración científica”, nos cuenta Susan Sontag en Contra la interpretación. “Entonces, se echó mano de la interpretación para reconciliar los textos antiguos con las exigencias modernas.” Así, los estoicos alegorizaron el adulterio de Zeus con Leto como la unión del poder con la sabiduría, y Filón leyó las narraciones históricas de la Biblia como parábolas espirituales.

Pero hay otra versión de la interpretación, promovida menos por la necesidad de reconciliar el mito con la realidad como por la necesidad de reconciliar la realidad con el mito –reflejando, en palabras de Sontag, un “desprecio declarado por las apariencias”. Las doctrinas de Marx y Freud son “agresivas teorías de la interpretación” según las cuales los acontecimientos sólo son inteligibles en apariencia. Tal vez por eso Harold Bloom incluye a Freud en su canon de literatura, lo que es a la vez un comentario positivo sobre su capacidad narrativa y uno negativo sobre su realismo científico.

En esta versión invertida de la interpretación, la realidad no es, se construye.

El relato kirchnerista es un ejemplo práctico de esta revisionismo meticuloso, obsesivo que plaga algunas zonas del pensamiento crítico. El affaire INDEC, que comenzó como un incipiente ejercicio de negación, se propagó hasta contagiar datos de crecimiento, pobreza, desigualdad, empleo, de modo de generar una realidad alternativa consistente. Pero, una vez lanzado, el relato no se detiene; exige un Alzheimer estadístico. La memoria reciente desaparece de los servidores, deja de pronunciarse; se aproxima, se estima, se adivina. Se relata.

Inversiones de la ANSES, ejecución presupuestaria, déficit de empresas públicas, víctimas de crímenes violentos van a engrosar la larga lista de series desactualizadas o desaparecidas en el ejercicio de la información pública, reemplazadas por el trascendido oficial o el dedo oscilante privado. De nada sirve, por ejemplo, que la realidad estadística revele que el tamaño relativo del producto y el empleo industriales no hayan crecido en los últimos años; el relato mostrará un gráfico que sugiera industrialización y, si esto no es posible, comparará con el piso de la última crisis y, si aún así el resultado es negativo, modificará los datos.

Esta versión de la interpretación, la del relato revisionista, es el reverso de la de los clásicos: recorta y pega, ata las partes con alambre y recrea una nueva historia con los retazos de la verdadera. El relato desguaza la realidad y la amolda al mito.
El relato es atractivo precisamente por su capacidad de mitificación. En la versión local, para confusión de pensadores críticos, convierte la especulación inmobiliaria en lucha libertaria, el rentismo en desarrollismo, el capitalismo de amigos en contracapitalismo. El relato avanza y la realidad retrocede. Mientras la infraestructura envejece, la economía se primariza y los trenes se rebelan contra la falta de mantenimiento, la cadena nacional del mundo feliz cristinista –el negativo del fatalismo gris de Gray– narra la industrialización y el avance tecnológico desde Tecnópolis, todo impecablemente producido por prestidigitadores de la imagen. 

El relato no se limita a maquillar contenidos económicos; incuba nuevas maneras de ver la realidad en todos sus frentes, involucrando al pasado cercano: quince años de derrape de la educación pública no reflejan el fracaso de políticas educativas erráticas y epidérmicas sino “la necesidad de las familias de unirse en colectivos de pertenencia social compartida”; la proliferación de la seguridad privada no obedece a la creciente incidencia de delitos violentos sino al “miedo al Otro”. Todo se vuelve reinterpretable en base a intuiciones e impresiones subjetivas. El relator, como el artista conceptual con su obra, crea la realidad.

Como nos recuerda Sontag, para Freud el contenido manifiesto debe ser analizado y filtrado para revelar el verdadero significado: el contenido latente. Del mismo modo, el relato cuestiona la noticia, aparta el contenido manifiesto de los medios para recrear la realidad como construcción espontánea. Cadáver exquisito liberado de lógicas empíricas.

Tasas Chinas 1.14: Venezuela, gendarmes y la canción más linda del mundo.



Les dejo el programa 14: acá y acá. Sin Galperín, perdida en La Quiaca, pero con los distinguidos Olivera y Berenzstein debatiendo lo que nos dejó la elección en Venezuela y el affaire Gendarmes. Y, para cerrar, la canción más linda del mundo. De esta semana.

Soundtrack: Meredith Monk, LCD Soundsystem, Talking Heads, Nick Drake.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Tasas Chinas 1.13: Esto es lo que hay: Elecciones venezolanas & Cucurto



Ya está online el audio del programa 13, acá y acá. Hablamos de las elecciones del domingo en Venezuela con Alejandro Grisanti Capriles y el chavokirchnerista Mariano Fraschini, y del último libro de Washington Cucurto. Soundtrack: Kid Koala, Los Amigos Invisibles, P18, Bomba Estéreo y Fleetwood Mac.