lunes, 31 de octubre de 2011

Puerta 12

A esta altura cuesta entender la estrategia del gobierno. Después de 10 años de convertibilidad y una crisis terminal recuperamos el tipo de cambio para usarlo como herramienta anticíclica, apreciando en momentos de expansión y depreciando en momentos de enfriamiento, con un ojo en mantener su nivel convenientemente alto para proteger nuestra industria crónicamente infantil. La estrategia sirvió para potenciar el crecimiento en la bonanza y (tras unos meses de miedo escénico) para mitigar el efecto de la crisis mundial en 2009, cuando se dejó que el peso depreciara 25% en unos meses.

Hoy que el frío global nos respira en la nuca, que el peso está más caro que en 2008 por el efecto de la inflación y que todo el mundo deprecia sus monedas de manera competitiva, sacrificamos reservas para defender un tipo de cambio en el que nadie (ni el gobierno) cree. Por otro lado, imponen medidas que sólo echan más gas a la corrida. Nadie puede oponerse a que se regule el mercado en negro, pero el timing no es el mejor. Nada mejor que cerrar la puerta de salida para disparar el efecto puerta 12.

Para entender esto, basta pensar en las razones detrás de la demanda de dólares. Por un lado, está la falta de opciones en pesos que protejan contra la inflación y contra los controles cambiarios. En este frente, si la suba de tasas en pesos mitiga el primer factor, los nuevos controles exacerban el segundo, generando pánico allí donde hasta ahora había una decisión de inversión.

Por otro lado, está la percepción de que faltan dólares, lo que es cierto sólo en parte: faltan dólares sojeros, en un esquema en el que toda la oferta de dólares viene de exportaciones primarias. Pero esto significa que el peso está caro en un mundo de fuga de capitales (la mitad de nuestros vecinos tiene deficits externos financiados por inversión extranjera directa y nadie se inmuta). De ahí la circularidad de la corrida: si hay fuga, faltan dólares, y si faltan dólares hay fuga. (Si entraran los dólares fugados, el central estaría de nuevo comprando reservas!). De ahí también el efecto perverso de las medidas de control: si en vez de ser vistas como muestra de que el gobierno puede hacerse de los dólares faltantes son vistas como movimientos desesperados (que el gran público tenga deja vú del aciago 2001 es una señal elocuente), la fuga adquirirá más fuerza. Para peor, cada nueva medida incrementa el compromiso del gobierno con el dólar bajo, encareciendo el costo político de una corrección.

¿Por qué no flotar? El primer argumento de los críticos constructivos es la inflación. Es cierto que una depreciación tendrá impacto en la inflación, pero esto es sólo tomar el argumento al revés: no es la depreciación la que genera inflación, es la falta de margen para seguir haciendo política inflacionaria sólo con el dólar la que blanquea la inflación latente. Liberar parte de la carga del dólar en este trabajo pone el foco donde debería estar: en la política monetaria. En última instancia,  lo preocupante no es la corrida sino la posibilidad de que el stress financiero de sostener el dólar nos lleve a una innecesaria estanflación.

sábado, 29 de octubre de 2011

Forbes 1: Europa & Argentina

(Acabo de mandar la segunda contribución a Forbes Argentina. Dos de dos, lo que supongo me hace columnista permanente. Como la revista no está online, reproduzco aquí mi primera columna, correspondiente al  número inagural que se presentó hace unas semanas en IDEA. Sepan perdonar la demora.)


La crisis europea en el espejo argentino

Eduardo Levy Yeyati

La crisis europea es financiera pero también real: los países periféricos son caros para lo que producen. De ahí, el bajo crecimiento y los déficits fiscal y comercial. De ahí, también, el sobreendeudamiento y la insolvencia. Por eso, cualquier solución del problema de la deuda (ya sea un rescate europeo, una reestructuración o una combinación de ambas) será visto como un parche temporario si no es acompañada por un plan para recuperar la competividad.

En momentos en que la fórmula ortodoxa de la “devaluación interna” (ajuste fiscal y recorte de salarios nominales) se muestra políticamente inviable y económicamente contraproducente, la idea de una salida del euro con devaluación “a la Argentina” comienza a verse atractiva. Una búsqueda en Google de la combinación “euro+exit+2011” revela más de 22 millones de entradas (incluyendo numerosos debates en diarios y think tanks europeos).

Argentina es una referencia inevitable: muchos analistas atribuyen su recuperación a la competitividad del dólar alto. Sin embargo, ésta es sólo una parte de la historia. Si la devaluación facilitó la sustitución de importaciones y bajó los salarios reales evitando penosos recortes, su impacto expansivo vino gracias a la licuación de deuda y la transferencia de riqueza hacia sectores con capacidad de gasto.

La aritmética es simple. Una empresa que debía al banco USD1 millón a fines de 2001, con la pesificación uno a uno y el dólar a 4 pasó a deber un cuarto de la deuda original. O sea, se benefició de una quita del 75% sin necesidad de recurrir a una larga y costosa convocatoria. El ahorro financiero resultante, en un contexto de salarios deprimidos y servicios subsidiados, fue la que generó los fondos internos para reavivar una economía a la sazón sin crédito. Por otro lado, si las empresas argentinas debían dólares, no era éste el caso de los particulares. La persistente salida de capitales, intensificada en 2001, acumuló un stock de activos dolarizados en el exterior que alimentó el rápido repunte del mercado inmobiliario y la construcción. Así, si estas licuaciones y transferencias son usuales en las poscrisis, el combo argentino de devaluación + pesificación potenció la licuadora y su efecto propulsor.
 

¿Qué nos dice esto de Europa? Para empezar, todo apunta a que, sin una federalización de la zona del euro (y un rescate a expensas de Alemania), un default es inevitable. Si éste fuera el caso, y asumiendo que una reestructuración resuelve el problema de deuda, ¿puede la salida del euro solucionar el problema del crecimiento?

El caso argentino indica que una devaluación difícilmente genere las exportaciones y la inversión necesarias para salir del pozo, en un contexto de bajo crecimiento global. Por el otro, sugiere que la conversión a una nueva moneda depreciada (¿“dracmatización”?) liberaría a firmas e individuos de sus mochilas de deuda, dejándolos listos para volver a gastar.

Nada es gratis. Por ejemplo, si una devaluación vuelve a los depositantes en euros inesperadamente ricos en dracmas, una “dracmatización” los privaría de este inesperado premio. Hay quienes cuestionarían la justicia de la ganancia del acreedor en euros a expensas del resto de la sociedad. De hecho, en la experiencia argentina, el hecho de que la transferencia confiscara rentas contingentes (es decir, lo que el depositante habría ganado y no lo que ya ya poseía) seguramente facilitó la implementación política de la pesificación.

Por otro lado, una salida del euro sería terriblemente costosa en el corto plazo. Dificultaría las transacciones, profundizaría la corrida bancaria y cambiaria, y requeriría un congelamiento de depósitos (un “corralón”) y controles cambiarios y de capitales, entre otras medidas de emergencia. Todo esto agravaría el estancamiento económico y el desempleo. Y eso sin mencionar el problema de introducir una nueva moneda –problema que, en nuestro caso, nunca afrontamos, dado que el peso nunca dejo de ser el principal medio de pago. En suma, una union federal europea con un manejo de deuda centralizado, aun a costa de la soberanía fiscal, ofrecería un desenlace mucho más alentador.

Pero, como dijimos, no es seguro que esta unión prospere. En ese caso, la lección argentina es clara: No es el efecto virtuoso del dólar alto sino la combinación, menos vistosa, de licuación de deuda y transferencia regresiva de riqueza, lo que la “solución argentina” ofrece como panacea para revivir a las economías periféricas.

Con ánimo de amar



Joyita del minimalismo (musical) de Shigeru Umebayashi y (cinematográfico) de Wong Kar Wai, donde éste traslada el exaltado dúo protagónico de Ashes of Time al escenario mas contenido del Homg Kong de inicios de moderinidad (wuxia fue al cine de HK como Corman al americano).

viernes, 28 de octubre de 2011

Estado rico, estado pobre (el otro cambio estructural)

En un post reciente señalaba que más que jerarquizar el gasto en educación el gobierno había jerarquizado el gasto, sin cambiar de manera visible las prioridades. Este detalle (que en principio no implica juicio de valor) es reflejo del aumento de los recursos del Estado, uno de los dos cambios estructurales esenciales para entender la economía argentina (el otro, lo he dicho hasta el hartazgo, es el desendeudamiento y desdolarización que eliminó las fuentes de crisis financieras noventistas).

La comparación de estos dos gráficos aclara el asunto de manera descriptiva. En los 2000s el gasto social (en educación, salud, ciencia y técnica, jubilaciones) no aumento en términos del gasto total, pero sí lo hizo en términos del producto. En otras palabras, el Estado recaudó más (en parte por la introducción del impuesto al cheque y las retenciones, en parte por una mejor eficacia tributaria, en parte por la prociclicalidad de la evasión, que suele ser menor en años de bonanza) y  gastó más en (casi) todo.


¿En qué sentidos es este un cambio estructural relevante, con efectos sobre la dinámica política? 

Primero, el aumento de los recursos públicos nos acerca a los estándares de economías desarrolladas y nos permite redistribuir la riqueza de manera más efectiva que con reformas impositivas progresivas. No es que el progresismo tributario sea errado, es sólo que el gasto (aún sin cambiar prioridades como en el caso argentino) suele ser más progresivo que el impuesto. (Me animaría a decir que incluso el impuesto inflacionario, al financiar gasto social, podría tener un impacto neto progresivo, pero en este caso habría que afinar los números.) En todo caso, es difícil hacer políticas públicas con un presupuesto exiguo y volátil.

Segundo, la centralización de los recursos (tradicional en nuestro esquema tributario, pero profundizada por la escasa coparticipación de los nuevos impuestos y de los ahorros del sistema previsional) se traduce en una mayor centralización del poder -tendencia reforzado por la inflación, que golpea positivamente los ingresos federales y negativamente los provinciales. Un Estado rico hace gobiernos fuertes, y agranda la ventaja electoral del incumbente.

sábado, 22 de octubre de 2011

Medianeras



Habría pensado que las chances de que pasen este (o cualquier otro) tema de Daniel Johnston en la Metro (Basta de Todo) y que dos personas en dos monoambientes porteños a cincuenta metros de distancia se sepan la letra de memoria y la canten a coro como sucede en la muy buena Medianeras son cercanas a cero, pero eso no le quita emotividad a la escena ni calidad a la canción (aquí en versión original con imagenes del excelente The Devil and Daniel Johnston). Para los que encuentren a Daniel un poco off, hay una buena versión de Beck (en  Discovered Covered, un irregular disco de reversiones de DJ), una aún mejor de Wilco (que no se dónde salió) y una del portugues Paulo Furtado (a.k.a. The Legendary Tigerman) cantada por Cibelle. En fin, para todos los gustos.

This is a promise with a catch.

La Perra



Esta banda toma prestado de tantos lados que la lista completa no cabe en un post. Pero este tema está bien bueno. Esos que están parados son todos dibujados.

viernes, 21 de octubre de 2011

¿Por que votar a Cristina?

(Antes que nada, una aclaración: éste no es un post de esos con voto cantado -media hora antes de la elección y muchas veces en disonancia con cantos previos. Mi voto, lo canto en la ducha. Además, estamos en veda. De ahi que el post debería titularse ¿Por qué votan a Cristina los que votan a Cristina? pero me pareció  innecesariamiente largo y trillado para un post tan corto -y sesgado: cada candidato tiene votantes que lo votan por distintas razones. Ahora si, con las salvedades del caso...)

En una reciente boca de urna realizada por la editorial independiente Eterna Cadencia, un distinguido escritor argentino justificaba su voto a CFK por “lo que hizo el kirchnerismo en 8 años (Corte Suprema, estatización de las AFJP, los juicios a represores, AUH, la ley de matrimonio igualitario, el manejo del Banco Central, el aumento a los jubilados, la ley de medios audiovisuales, etc.) y porque se animó a meterse con sectores del poder (el grupo Clarín, la Sociedad Rural, los especuladores económicos).”

El párrafo es interesante desde varios lugares, pero como economista al menos llama la atención (en el buen sentido del término) el subconjunto económico elegido por un no economista. Veamos.

¿Qué significa meterse con los especuladores? ¿Que el sector financiero perdió dinero con Argentina? ¿Que el gobierno declaró un nuevo default, tras el default de facto de 2001 (y el default trasnochado y teatral de Rodriguez Saa en 2002)? ¿Que la manipulación del IPC golpeó fundamentalmente a los especuladores con ahorros en deuda en pesos (forzándolos a redolarizar sus ahorros)? ¿Que de vez en cuando algún funcionario sale a vituperar a los especuladores en los medios? Como no es cuestión de poner palabras en boca de otro, y mi opinión no viene al caso, dejo las preguntas abiertas a comentarios.

Lo de meterse con la Sociedad Rural es fronterizo al tema anterior: ciertamente a la SR le han pegado, y da la sensación de que el gobierno perdió la batalla de la 125 pero ganó la guerra en ese frente. Aunque, de nuevo, ¿qué significa meterse en un contexto en el que el campo se ha visto beneficiado por una bonanza histórica y, al margen de la retórica belicista, ha tenido la suficiente libertad como para reflejar incentivos económicos individuales, al punto de priorizar la renta sojera a la industrialización rural -en contra, podría argumentarse, de los incentivos económicos sociales? De nuevo, pregunta abierta.

Por último, lo inesperado: la mención al banco central. No tengo idea de si ella remite a las bajas tasas de interés (detrás del boom de consumo, el aumento de la inflación, la desaparición del crédito hipotecario y la buena rentabilidad bancaria), al pago de deuda con reservas (detrás de la caída de reservas), a la acumulación de reservas (a contramano de lo anterior), a la estabilidad cambiaria (una prerrogativa del gobierno más que del banco central), o al discurso desarrollista de Marcó del Pont que reemplazó al discurso [...] de Redrado hace un par de años. O a alguna otra cosa. Que el banco central, tema impopular si los hay, figure entre los argumentos del voto es de por sí  una curiosidad que merece algún análisis.

El resto es más previsible. El sistema de AFJPs nunca fue popular, no contribuyó al ahorro público y su performance dejó mucho que desear (algo ya discutido, por ejemplo, acá). Que parte de los ahorros hoy custodiados por Bossio en el fondo de garantía previsional sea usado para financiar empresas privadas (del mismo modo en que antes se usaba para financiar al Tesoro que a su vez financiaba a empresas privadas) no parecería ser una innovación fundamental. Del mismo modo, que el gobierno siga sin ahorrar las contribuciones (que van a engrosar el gasto corriente) del mismo modo en que no ahorraba antes (porque financiaba la merma de aportes con deuda colocada a las AFJP) hace a la medida más bien inocua, aunque en este caso con un resultado fiscal positivo: la deuda previsional volvió a ser contingente (esto es, no figura como deuda pública, en parte por ser defolteable vía aumento de edad jubilatoria y limitación de beneficios) y se eliminaron las comisiones (que eran puro beneficio privado y concentrado). En todo caso, aquí no hay sorpresa: lo de las AFJPs fue una movida aplaudida por un espectro amplio de la población y de la clase política.

En cuanto al aumento a los jubilados, más que aumento fue redistribución, algo siempre opinable (mi opinión, acá).

viernes, 14 de octubre de 2011

El debate del plan de estudios de economia, del otro lado del charco


Reproduzco a continuación la carta de un estudiante de Economía de Uruguay que me cuenta la reforma en ciernes por esos lares.

"Estimado Eduardo,

"Te escribe un estudiante de economía de la universidad pública en Uruguay. Soy habitual lector del blog, el cual me permite seguir la realidad económica argentina desde una visión más técnica y menos politizada. Me pareció muy interesante una de las ultimas subidas, donde se trata el tema de la renovación del plan de estudios en la UBA.

"Me gustaría compartir la experiencia de la renovación del plan de estudios en nuestra universidad, la cual puede servir para el proceso de discusión que se esta dando en Argentina. La Universidad de la República de Uruguay (Udelar) tiene características similares a la UBA: gratuidad, Cogobierno (donde participan Estudiantes, Docentes y Egresados) y nivel de masificación elevado.

"El plan de estudios actual de Economía, al igual que en la UBA, tiene una duración de 5 años más tesis de grado. Esta extensión hace que los estudiantes se terminen recibiendo en 7 u 8 años. ¿Que es lo que ocurre? Si bien el nivel de conocimiento al cual uno accede es mayor que en una carrera de 4 años, el mercado no reconoce esa mayor extensión ¿Por qué? El titulo no termina siendo una maestría, y es un poco más que un grado. Como la Maestría es el nuevo grado, uno esta obligado a continuar sus estudios con un posgrado, y un grado sumamente extendido demora el proceso de forma innecesaria. No se debe seguir visualizando al grado, como una etapa terminal del proceso de formación, sino simplemente como un primer paso.
Otra de la características, similar a la UBA, es la rigidez del plan de estudios. Se imparten unas 37 materias (muchas de ellas anuales), de las cuales solo 5 son opcionales. A estos se le agrega una mecanismo de previaturas por materia y por año (sino termino segundo, no puedo arrancar cuarto), que generalmente actúa como “filtro” en el avance de los estudiantes.

"Con la elección de un nuevo decano (Rodrigo Arim, un economista joven dedicado a la investigación), los tres ordenes acordaron la elaboración de un nuevo plan. Los elementos son los siguientes:

- Establecer un sistema de créditos
- Semestralización de todas las materias
- Reducción de la carrera a 4 años.
- Tesis de grado opcional. Hago la tesis o sumo el número equivalente de créditos con materias.
- Se aumenta el número de materias opcionales. Por ejemplo en el último semestre, todas las materias son de carácter opcional. Esto permite que aquellas personas que lo deseen, pueden cursar materias de posgrado como de grado. También va a permitir que los estudiantes puedan cursar materias en otras universidades. Por ejemplo, si quiero fortalecer mis conocimientos de Cálculo, puedo cursar una materia en la Facultad de Ingeniería.
- Cambio de organización de las materias. Se pasa de un sistema de catedras del tipo “feudal” o una organización por Departamentos.
- Actualización de los contenidos. Tener en cuenta que el plan de estudios actual es del año 1990, pasaron 21 años!!

"Lo que se busca es adecuarse a lo que ocurre a nivel mundial: reducción de las carreras de grado e incentivos a la inscripción de posgrados. En nuestra universidad solo la maestría de economía es gratuita, aquellas maestrías consideradas “profesionales” (MBA, Finanzas, Marketing, Tributaria) son aranceladas.

"Espero que la experiencia del “paisito” pueda servir.

"Un calido abrazo

"P.D. Vi que subiste música local en el blog. Buen gusto el tuyo!!!"

No se si Buscaglia califica como charrùa o gaucho pero aquí dejo una perlita de su "primera época":

jueves, 13 de octubre de 2011

Apuntes sobre el debate del plan de estudios de Economia en la UBA

(Soy nuevo en la UBA, es decir, después de haber cursado dos carreras de grado hace mas de 20 años, comencé como docente apenas unos meses atrás, por lo que mis comentarios seguramente rebelen un conocimiento parcial y lateral. Primeras impresiones, digamos.)

El 5 de julio pasado, la Asociación Gremial Docente (AGD) publico una solicitada pidiendo un debate abierto para una reforma del plan de la Licenciatura en Economía de la UBA, que contemplara la multiplicidad de visiones dentro del campo de la ciencia lúgubre. La solicitada estaba firmada por 132 docentes de la Facultad. Todos en actividad y, supongo, diseminando enfoqu es enfrentados con alguna de las varias versiones del paradigma neoclásico -muchas veces confundido por los legos con el neoliberalismo, de raíces mas clásicas que neoclásicas. (En las ciencias sociales, hasta los paradigmas tienen muchas versiones. Aun recuerdo las peleas entre freudianos -eso sin meternos con los kleinianos o lacanianos, cada uno con su Libro).

Por que este numero (no menor) de docentes reclama mas apertura curricular? Una hipótesis seria que la currícula actual los vuelve algo así como heterodoxos en un cuerpo ortodoxo: los obliga a dar y excluir temas que consideran relevantes. Sin embargo, distinguidos colegas que en materias tan sinoliberales como Dinero Credito y Bancos daban economia marxista, por lo que el corse curricular no parece ser muy ajustado. Cuantas materias del programa actual dictan contenidos neoclasicos?

(En todo caso, la última vez que me junte con algunos colegas para discutir el tema de la reforma del programa no sumábamos 20; deberíamos empezar a juntar firmas).

Por otro lado, me cuentan que en una charla con los alumnos de mayor promedio de la carrera, estos sugirieron que la carrera debía ser más larga para dar lugar a algunos contenidos importantes que hoy no son parte de la currícula. La carrera dura (incluyendo el CBC) algo más de 5 años. Esta longitud no parecería darle ventajas laborales frente a las privadas que duran solo 4. Ya desde los tiempos en los que participaba (como estudiante) del debate del programa de estudios (en Ingeniería) mi sesgo fue a cortar materias no imprescindibles, por dos motivos. Primero, al menos en Ingeniería en aquellos tiempos, los estudiantes de menores recursos se veían obligados a trabajar y demoraban hasta 10 años en dar los finales (y luego, ingenieros "viejos", conseguían peores trabajos), amplificando la desigualdad de entrada (dentro, claro está, del universo de ingresos del estudiante universitario, por lo general perteneciente a los deciles de mayor ingreso). Segundo, porque el modelo educativo de especialización ya entonces (mucho mas ahora) se movía desde carreras generalistas y enciclopédicas hacia una combinación de carrera corta y especialización o maestría mas customizada a la elección laboral del estudiante. Para ponerlo más claro, siempre pensé que el estudiante quería estudiar lo necesario y salir a trabajar (para luego, si daba, especializarse en lo que hacía).

Desde luego, no es malo que quieran estudiar más, sobre todo cuando pueden postergar la salida laboral. Pero una UBA democrática también debería adaptarse al estudiante que piensa el titulo como un instrumento para ganarse la vida. Y, al final de cuentas, la economía es tanto una ciencia como una disciplina e idealmente debería combinar la formación escolástico con la práctica (la que se obtiene en el trabajo). Por último, pocas ciencias o disciplinas rehúyen hoy la especialización temática: pensar en un economista que sepa de todo (que pase por todos los campos obligatoriamente) no es particularmente útil desde el punto de vista profesional.

Por qué entonces los estudiantes piden más años? Una hipótesis atendible es que quieren maximizar la formación gratuita (los posgrados son pagos). Pero nada impide que los contenidos que un acortamiento presuntamente mandaría a un posgrado pago, se dieran en el grado. Un acortamiento no implica reducción de materias sino un menor requerimiento de créditos. 

Por ejemplo, podría pensarse un tronco básico de materias obligatorias, con un menú de optativas según la especialidad elegida, y con una duración total algo menor a la actual, pero extensible si el alumno quisiera seguir acumulando especialidades (que, examen mediante, serian anotadas al momento de recibir el titulo).


¿Comentarios?

martes, 11 de octubre de 2011

Sobre el gasto destinado al servicio de deuda

Viendo a los periodistas "insultantemente jóvenes" (Tenenbaum dixit) de chequeado.com por TN, y viendo luego que agradecen mis datos en la versión editada de un post que evalua los dichos de CFK sobre el gasto en educación (que yo mismo comentara aqui), no puedo menos que presentar correctamente mis datos (que en rigor no son otros que los de la serie oficial de gasto publico consolidado):


Como puede observarse, el gasto en servicio de deuda (que por definicion incluye intereses + amortizaciones, aunque en este caso parecen ser solo intereses, como bien indica un lector) fue del 2.40% del PBI en 2003 y del 2.34% (números comparables a los promedios de los 90s y del periodo 2003-2009, ambos del 2.3%). El 2001, que Chequeado toma en lugar del 2003 mencionado por CFK, corresponde al pico asociado a la crisis de deuda (como el 1982, y como el 2002 en relacion al nivel del PBI) y como tal resulta poco informativos a la hora de identificar cambios de tendencia.

(Vale una aclaración adicional. La evolución del gasto anual en el servicio de deuda a lo largo del tiempo no es fácil de interpretar, ya que depende de una combinación de factores diversos: la reestructuración de 2005 -que además de efectuar una quita considerable, postergó la mayor parte del servicio de la deuda restante-, la dilución mediante la manipulación del IPC desde 2007, y la apreciación real del peso -esto ultimo, reflejo del crecimiento y la reflación del producto. Mas allá de lo que uno piense de cada uno de estos factores, resulta difícil mapearlos de manera lineal en el debe o el haber del gobierno.)

(A la evolución del gasto en educación ya me referí en un post anterior.)

domingo, 9 de octubre de 2011

Cash hurts



Johnny Cash haciendo versión sensible del bajón industrial de NIN. Dolor genuino o producto comercial?  


Everyone I know goes away in the end.

Valor de uso y valor de cambio en la era de la reproduccion mecanica

Mi dialogo epistolar con una amiga sobre literatura y dinero derive en el siguiente intercambio:

"Hace un tiempo me fascinó un artista muy joven, del que encontré una vez una obra en una galería de Palermo, googleé y fui a ver a la casa. Es como un artista del futuro, porque hace de todo: pinta, hace fotografía digital intervenida, música. Pero me fascinó porque hace unos cuadros/instalaciones/fotografías. Tienen formato de cuadro, pero son fotografías de maquinarias industriales, que tienen enchufes, luces. Y además te las ofrece a dos precios diferentes: si se compromete a no reproducirlos más, cuesta un precio, y si le decís que puede volver a hacerlos, te cobra la mitad. Me pareció alucinante porque el flaco entendió que el acto creativo era independiente de la comercialización. Vendértelo como original o como copia era algo que no comprometía su integridad, sino que tenía que ver con las expectativas del consumidor."

"Te da un papel tal que lo puedas demandar si despues hace copia?"

"No le pregunté. De hecho yo pienso comprarle por la mitad de precio y que lo reproduzca cuantas veces quiera. ¿Qué carajo me importa? Se acabó el original. Se acabó. Y que bufen los eunucos. (De hecho, de una galería me persiguen hace dos años con el certificado de autenticidad que nunca retiré). Ojalá fuera como en literatura, que todo vale más o menos lo mismo y vos leés lo que querés, con acceso a todo. Así se terminan los boludos que compran en subastas por el nombre del pintor y les gusta lo que les dicen que les tiene que gustar. No? Yo conozco gente con guita que te dice que tiene en su casa un………., como si eso fuera un mérito. A mí lo único que me dice es que tiene guita como para comprarse un…… Que no me parece un gran mérito per se."

sábado, 8 de octubre de 2011

Hay vida en Marte



Version de Seu Jorge, para la banda de sonido de Life Aquatic de Wes Anderson (Bill Murray haciendo de Jacques Cousteau).

martes, 4 de octubre de 2011

Triteza uruguaya



Final de El dirigible, la primera peli filmada en Uruguay en mucho tiempo, indescifrable, atmosférica y melancólica (uno de sus personajes es el mismo Onetti), con un clásico de Cabrera (reversionado, entre otros, por Liliana Herrero y Baglietto, Fattoruso y La Triple Nelson. Sólo la insularidad de la cultura charrúa puede explicar que estos músicos no suenen lejos del Río de la Plata).

lunes, 3 de octubre de 2011

Gente ordinaria


William Shatner sings Pulp "Common People" por fab2609

Clásico del brit pop si los hay, en versión en esteroides del Cpt. Kirk con arreglos de Ben Folds y voz de Joe Jackson. Casi mejor que el original. Everybody hates a tourist.

A veces, los números...

Una distinguida colega comenta en un post reciente alguna imprecisión en los datos sobre gasto educativo vertidos en un spot de campaña. Naturalmente, se trata de un spot de campaña, pero tratándose de un tema tan relevante como la educación (y del casi tan relevante gasto en educación), no pude evitar una brevísima nota al pie.

La colega, después de corregir los números de gasto educativo en relación al PBI, concluye que "nunca estuvo tan alto como ahora, lo que es una buena señal porque muestra que para el gobierno es un área prioritaria". Sin embargo, sin entendemos la economía como una disciplina de priorización y asignación más o menos sistemática de recursos escasos, la prioridad no estaría dada tanto por el cociente sobre el PBI como por el cociente sobre el gasto mismo: una jerarquizaciòn del gasto educativo se vería reflejada por un aumento en la fracción del gasto destinada a la educación (que el gasto educativo suba como prcentaje del PBI puede ser reflejo de una suba del gasto total como porcentaje del PBI, sin cambios en el orden de prioridades).

Estos son los números oficiales (las barras, medidas en el eje izquierdo, son como % del gasto total; la linea, medida en el eke derecho, es el gasto total como % del PBI).

La retirada del Zurdo



(vìa el querido Nico Reydò)