¿Vale la pena actualizar un blog? ¿Qué esperanza de vida tiene un post? En los últimos meses dejé abandonado por falta de tiempo a este sitio de comunicación y registro. Acá va una rápida (y muy selectiva) actualización.
El 12 de marzo escribía en La Nación sobre el miedo argentino a flotar el tipo de cambio, un tema que trabajamos académicamente con Federico Sturzenegger desde fines de los 90 y en que en Argentina se manifiesta de manera idiosincrártica: mientras la mayoría de los países prefiere un tipo de cambio alto, nosotros nos inclinamos por el atraso cambiario.
El 7 de abril me tocó presidir la cena anual de CIPPEC con este discurso sobre el desarrollo como tarea de hormiga que salió, editado, como columna de Tasas Chinas en Perfil, con el título Largoplacismo.
El 18 de mayo invadía campos no económicos (pero ¿qué no es economía para un economista?) y publicaba esta columna de la serie Tasas Chinas sobre la dinámica electoral en Argentina y la tensión entre continuidad y cambio.
El 21 de mayo Foco Económico reproducía este informe en el que con Luciano Cohan listábamos nuestras dudas sobre los nuevos números de las cuentas nacionales. Las dudas reaparecían, con otra prosa, en esta columna en La Nación.
El 30 de mayo escribía, esperanzado, sobre las posibilidades que abría (tarde y de manera más costosa que lo necesario) el acuerdo con el club de París; acá la columna para La Nación.
Mucha de la ganancia en equidad en América Latina en la última década se debe a la menor dispersión salarial, lo que a su vez refleja una caída en la prima educativa. ¿Esto es bueno o malo para el desarrollo? El 10 de junio salió esta columna algo técnica sobre varios trabajos académicos, porpios y ajenos, en el sitio Vox EU (en inglés).
El 7 de julio, a falta de tiempo, transcribí en este post algunos de los cálculos de una evaluación ex post del canje de deuda de 2005. En suma: menos quita que la que muchos piensan.
En las últimas semanas salieron varios comentarios sobre la saga de los holdouts y el default argentino; rescato, en orden cronológico, esta columna (en inglés) en Latin Finance, esta aplicación de teoría de juegos en Foco Económico y esta columna (en inglés) para el New York Times.
Por último, saliendo del marasmo de buitres y deudas, charlamos largo con Sebastián Campanario sobre políticas públicas y desarrollo, en esta entrevista para La Nación.
Ahora ya estamos más o menos a mano con el blog.
El 12 de marzo escribía en La Nación sobre el miedo argentino a flotar el tipo de cambio, un tema que trabajamos académicamente con Federico Sturzenegger desde fines de los 90 y en que en Argentina se manifiesta de manera idiosincrártica: mientras la mayoría de los países prefiere un tipo de cambio alto, nosotros nos inclinamos por el atraso cambiario.
El 7 de abril me tocó presidir la cena anual de CIPPEC con este discurso sobre el desarrollo como tarea de hormiga que salió, editado, como columna de Tasas Chinas en Perfil, con el título Largoplacismo.
El 18 de mayo invadía campos no económicos (pero ¿qué no es economía para un economista?) y publicaba esta columna de la serie Tasas Chinas sobre la dinámica electoral en Argentina y la tensión entre continuidad y cambio.
El 21 de mayo Foco Económico reproducía este informe en el que con Luciano Cohan listábamos nuestras dudas sobre los nuevos números de las cuentas nacionales. Las dudas reaparecían, con otra prosa, en esta columna en La Nación.
El 30 de mayo escribía, esperanzado, sobre las posibilidades que abría (tarde y de manera más costosa que lo necesario) el acuerdo con el club de París; acá la columna para La Nación.
Mucha de la ganancia en equidad en América Latina en la última década se debe a la menor dispersión salarial, lo que a su vez refleja una caída en la prima educativa. ¿Esto es bueno o malo para el desarrollo? El 10 de junio salió esta columna algo técnica sobre varios trabajos académicos, porpios y ajenos, en el sitio Vox EU (en inglés).
El 7 de julio, a falta de tiempo, transcribí en este post algunos de los cálculos de una evaluación ex post del canje de deuda de 2005. En suma: menos quita que la que muchos piensan.
En las últimas semanas salieron varios comentarios sobre la saga de los holdouts y el default argentino; rescato, en orden cronológico, esta columna (en inglés) en Latin Finance, esta aplicación de teoría de juegos en Foco Económico y esta columna (en inglés) para el New York Times.
Por último, saliendo del marasmo de buitres y deudas, charlamos largo con Sebastián Campanario sobre políticas públicas y desarrollo, en esta entrevista para La Nación.
Ahora ya estamos más o menos a mano con el blog.