PISA 2012

Primero, un interesante post de la Voz Española (que ya levantara laudatoriamente el amigo Olivera) sobre el lamentable desempeño en el examen PISA (el de ellos, aclaro) y una tesis sobre el virtuoso desempeño chino que se resume en dos palabras: estudian más.

Hasta aquí nada nuevo. Pero, como preocupado padre de dos adolescentes chatahólicas, me surgen algunas dudas consoladoras.


¿Hasta qué punto el resultado de los test refleja la orientación de los programas de estudio a maximizar la nota de los tests (mi principal crítica al enfoque economicista de la retribución del docente/establecimiento por puntaje testeado, y una preocupación común en Estados Unidos, donde este enfoque suele aplicarse)? (Tratándose China de un país comunista uno podría sospechar un sesgo de selección, pero los resultados virtuosos son comunes a otros países del Asia emergente)

¿Hasta qué punto nuestros resultados reflejan efectos diferidos? En este gráfico que birlé de un post de una distinguida colega (y flamante adquisición del flamante colectivo olivera), llama la atención la variación temporal de algunos de los resultados vernáculos.



¿Será el efecto de la crisis del 2001-2002 y su posterior recuperación? (Estoy convencido de que las crisis son malas desde un punto de vista micro, pero por las dudas con un colega tiramos unos cientos de regresiones en este trabajo, y entre otras cosas encontramos un para nada sorprendente efecto adverso sobre la escolarización).

¿Hasta qué punto es necesario someter a los chicos a 12 horas por día de actividades educativas, para anticipar una formación a la que podrían acceder más adelante según sus preferencias personales? Aquí mi malformación en las cátedras de psicología piagetiana han hecho estragos irreparables: entiendo que las clases darias de Go aceleran la generación de aptitudes, pero me cuesta pensar que eleven la frontera. Y en relación a una respuesta de Jesús en el blog español, yo recuerdo que los chinos eran imbatibles en el doctorado, pero no recuerdo que hayan brillado particularmente como doctores. Más en general, no tengo en claro mi posición entre las 35 horas europeas o la siesta gallega, por un lado, y el laburo chino, por el otro, pero debe estar en algún punto en el medio.

¿Cuál es la correlación entre los resultados de las evaluaciones de 2000 y de 2003 y el nivel de empleo y de salario de esas camadas que hoy tienen entre 22 y 25 años?

OK, ahora sí, hecha la catarsis, pienso que aquí en el Sur (en Buenos Aires y en Madrid) podríamos ponerle más pila (y horas) al estudio, y que conquistada la eastabilidad macro, la próxima frontera es micro: educación, salud, infraestructura, los argumentos de la productividad. Y que la netbook en el aula (o incluso el aumento docente) sólo resuelven una fracción del problema educativo.