sábado, 18 de diciembre de 2010

¿Es el tipo de cambio?

Alguna vez desde este sitio argumenté que la inflación argentina obedece hoy tanto a factores de demanda (políticas expansivas) y de oferta (precio de la carne o boom de commodities), como a una práctica adaptativa de fijación de precios y salarios (apuntando, por ejemplo, a la inflación pasada más una prima preventiva), natural en regímenes de inflación crónica.


Como prueba, basta señalar que a mediados del 2009, cuando el producto caía alrededor del 4%, la inflación no descendió por debajo del 13%.

El punto no es trivial: de ser cierto, pretender reducir la inflación a niveles de un dígito con metas de inflación y política monetaria contractiva sería excesivamente costoso –mi principal argumento para complementarla con un acuerdo de precios y salarios alrededor de una meta realista (como señalo aquí).

Al parecer, el punto tampoco es obvio: según se desprende de este excelente post de Martín Uribe (y de la discusión que lo acompaña), la estanflación de 2009 podría explicarse en cuatro palabras (que no le hacen justicia al sofisticado argumento de Martín): ¡Es el dólar, estúpido! (Es decir, es el hecho de que el gobierno optara por dejar que el tipo de cambio nominal ajustara hacia arriba, en línea con la recuperación mundial del dólar –aunque con algún rezago, propio de quienes cifran en el dólart la suerte dela estabilidad financiera). La receta anti inflacionaria que se desprende de este diagnóstico es sencilla: una fuerte apreciación cambiaria.

Sin embargo, resulta llamativo que, siete años después de la Gran Devaluación del 2002, la convergencia al tipo de cambio de equilibrio (aun incorporando la mejora en los términos de intercambio) siga causando no ya una inflación moderada, sino una creciente.

De hecho, una mirada a la anatomía de la inflación en el período post-Lehman Brothers no se aviene totalmente a esta hipotesis cambiaria. Veamos.

Primero, para identificar el efecto de la convergencia (del cociente entre no transables y transables, PN/PT, a un nivel de equilibrio más elevado) hay que rastrear este cociente a lo largo del tiempo. Antes que una debatible fuente privada, usemos un promedio ponderado de los datos no intervenidos (y públicos) de las reparticiones del INDEC en las provincias de Córdoba, Santa Fé y San Luis, que ofrecen los cortes por rubro necesarios para descomponer el IPC en transables (alimentos y bebidas más indumentaria), administrados (vivienda y servicios básicos, y transporte y comunicación) y no transables (resto).

Luego comparemos niveles y cambios anuales de PN, PT y su cociente, por un lado, y del tipo de cambio, por el otro, durante el período de crisis.


De ser cierta la hipótesis de que la inflación en el período de contracción se debió a la mayor devaluación, uno esperaría ver una inflación liderada por PT, con PN estable o cayendo. El gráfico (cortesía del distinguido y abnegado Segundo Campos) muestra precisamente lo contrario: mientras la inflación anual de transables descendió a niveles de un dígito a pesar del ajuste cambiario (gracias a la deflación internacional de commodities) para luego acercarse al 30% en períodos de dólar planchado (gracias al derrame del shock de oferta cárnico), la inflación no transable se mantuvo sólida en niveles de dos dígitos, con un minimo de 13% hacia fines del 2009.

Esta evidencia, más que negar el rol de la política cambiaria en la génesis de la inflación, debería tomarse como indicación del carácter complejo y cambiante de la dinámica de precios (incluyendo su componente inercial).

9 comentarios:

  1. Muy bueno ELY

    Le apunto algo que creo que es un typo en el penúltimo párrafo: "la inflación NO transable se mantuvo sólida en niveles de dos dígitos."

    Saludos

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  2. Respuesta corta a un tema sobre el cual ya escribí un par de posts (acá y acá): "es el cambio de tipo". Pasar de gente capacitada en Economía a un tipo que creía saber pero no (Kirchner). Pasar de una conducción técnica cuasi-independiente en el Banco Central a una tipa que emite a tasas tan altas que tiene que pedir ayuda de Brasil.

    Saludos,

    martín

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  3. Para mí, con un sinceramiento del Indec como primer paso.

    Y un poco de administración como segundo: reducir emisión, hacer política monetaria creíble, acuerdo de salarios coincidente con la misma, la infla se resuelve en un tiempito.

    Lo que habría q preguntarse es ¿por qué el gobierno insiste con mantenerla?
    1) es el costo político de aceptar la inflación muy alto?
    2) es inherente a su modelo? Pero sinceramente, no le veo cómo, no le veo lo necesario. Tal vez una inflac del 10% sea inherente a su modelo..., ¿pero una del 25%? chan...
    3) Sabe q la inflac tiene su costo en votos, pero prefiere los beneficios que le otorga tener más plata fácil para gastar. Y al calcular el trade-off, le da que prefiere mantener la infla.
    4) Utiliza los "costos" del "punto 3)" como una señal de lo bueno que son ellos administrando, generando aumentos de salarios cada 6 meses, y paritarias "exitosas" entre sindicatos y empresarios.
    5)Insiste con eso de ahorrarse el pago de los títulos ajustados a IPC?

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  4. Martin, independientemente del rol que los factores institucionales hayan tenido en la genesis de la inflacion local, lo importante desde el punto de vista de la politica es que la sostiene en estos niveles, y alli creo que los factores mencionados en el post hoy prevalecen por sobre los que mencionas. Un cambio de actitud del banco central y un programa monetario consistente y autonomo son condiciones necesarias, pero no creo que hoy sean suficientes para bajar la inflacion a niveles de un digito.

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  5. Pablo, creo que hay algo de todo esto. Es costoso enfriar la economia y aceptar indicadores sociales menos halagadores, es costoso reemplazar el impuesto inflacionario (que tiene a su vez un correlato en variables stock: la mejora del balance financiero del estado por licuacion de deuda); y es redituable anunciar actualizaciones de jubilaciones y asignaciones (no creo que esto incentive el gobiernoi a inflar, pero reduce el costo politico neto de la inflacion).

    Pero en estos casos, siempre conviene invertir la pregunta: desde el punto de vista del gobierno, por que deberian preocuparse por la inflacion si nunca les fue tan bien que con ella (y no advierten peligros de espiralizacion)? Dicho esto, creo que hoy si han comenzado a advertir estos peligros, y que estan tratando de contener las presiones de precios mediante un tipo de cambio planchado y acuerdo sectoriales sensatos aunque de persistencia improbable.

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  6. Lo de los acuerdos lo veo complicado.
    Sin Indec creíble se complica todo. Ningún sindicalista va a pedir menos de 20%. Hay q tener mucha fuerza pa convencerlos. Posiblemente todo el aumento q piden viene sólo de las expectativas y la incertidumbre.

    En parte de tu respuesta nos decís que para calmar la inflación habría q enfriar. Yo tb tiendo a pensar así (enfriar a mi gusto quiere decir crecer al 6% en vez de al 8%).

    Sin embargo, mando otra pregunta. ¿con una reforma del indec, tal vez con un cambio de gobierno, que muestre credibilidad, seguridad jurídica (receta "ortodoxia") no podría generarse un golpe de confianza que haga invertir a los empresarios y generar así un crecimiento que compense por el enfriamiento paralelo que habría q hacer en la pol monetaria?

    De esta forma liquidaríamos la inflación sin generar desaceleración, y tendríamos todo listo para volver a empezar a jugar con el TCR :p ; q pretensioso lo mío...

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  7. Sinembargo, hay que ver si la inflación es "creciente". Algunos pronósticos dicen que decrecería, al menos algo.

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  8. Pablo: mucho se ha hablado (sobre todo en el gobierno, desde las epocas de Lavagna en el ministerio) de que la inflacion se resolvia con mayor inversion. Me temo que disiento por dos motivos. Primero, porque como decia antes pienso que hoy la inflacion tiene un alto componente inercial, ademas de un componentes de oferta que no necesariamente involucra cantidades producidas sino aumentos en los precios internacionales de las commodities, y ninguna de estas dos se resuelve con mayor produccion (sacando el irrelevante caso de la soja, donde una mayor produccion argentina tiende a deprimir los precios internacionales). Un aumento en la produccion (mas en general, un incremento en la productividad total de los factores) te ayudara, claro, pero poco. Por otro lado, la inversion es oferta futura pero demanda presente. La inversion es parte de la demanda agregada y un aumento tiene como consecuencia un mayor recalentamiento de la economia, antes que las inversiones fructifiquen y empiecen a producir. En suma, la inversion es buena y deseable (la que mejora la productividad, se entiende) pero per se no corrijiria la inflacion en el futuro cercano (y, en el mediano plazo, solo atenuaria la inflacion por recalentamiento, sin solucionar el problema inercial). A riesgo de ser redundante, una aclaracion final: no digo que hay que conener la inversion, lo que digo es que si el problema tiene varias causas, casi por definicion requerira de una bateria de acciones. No hay bala de plata en este caso.

    Unfor: Los pronosticos efectivamente difieren: los oficiales ven menos inflacion, el resto mas. Igualmente, antes que comparar pronosticos (que suelen ajustarse y justificarse ex post) mejor pensar en las causas. Del lado inercial, si el acuerdo tripartito tiene algun exito (por ejemplo, como compromiso pre electoral) puede que se obtengan incrementos salariales menores a los de 2010, aunque por ahora estas negociaciones no han avanzado mucho. Por el lado de los shocks de oferta, lo alimentos siguen aumentando en el mundo pero dudo que suframos nuevamente un shock como el del precio de la carne, lo que ayudaria (sobre todo a los hogsares de menores recursos, con canasta intensiva en alimentos). Del lado de las politicas expansivas, el programa monetario recientemente anunciado no augura moderacion. Poniendo todo junto no hay razones para pensar que la inflacion caiga, aunque si para esperar que la canasta de alimentos no le saque tanta ventaja a la de consumo general.

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