Aclaro: demasiado título para un post breve y especulativo sobre el mecanismo de compensación de importaciones reciente y crecientemente impulsado por el gobierno.
El objetivo no está claro, aunque al parecer tiene que ver menos con incrementar las expo que con poner palos en la rueda de las impo o, eventualmente, evitar una balanza comercial negativa -para curar en salud: se estima que el superávit comercial andará entre 7 y 10 mil millones de dólares en 2011, dependiendo de la fuente y el escenario en mente; pero hay quien lo ve cercano a cero y en descenso para 2012.
El enfoque tiene onda retro y tufillo a economía de guerra: la opción del aporte irrevocable de capital para compensar el saldo externo negativo me hizo acordar al aporte uno por uno de dólares propios por cada redescuento otorgado que le exigía el BCRA a los bancos extranjeros en 2002.
Pero lo más curioso tal vez es el hecho de que, de estabilizarse y a medida que la apreciación y el exceso de demanda agote el balance comercial, la regla del uno por uno debería tender a la creación de un mercado secundario de derechos de exportación, a la manera de los créditos de carbono (o, ejemplo menos elegante, como con la circulación de facturas). Este mercado elevaría el precio local de las exportaciones mediante una prima pagada por los importadores limitados por la regla.
Así, un exportador podría vender su recibo de exportación a una empresa que lo necesita para importar, que estaría dispuesta a comprarlo a un valor mayor que el del valor del recibo. Naturalmente, un mercado líquido de este tipo que facilitara el matching de exportadores e importadores (pero aún: mediante la intermediación de casas de bolsa que hicieran las veces de compensadoras) no sería aceptable para el gobierno. Pero la versión actual, "over the counter", hereda muchas de sus propiedades. Por ejemplo, si una empresa tiene saldo externo negativo puede asociarse con una empresa con saldo positivo y consolidar ambos balances. En este caso, lo natural sería que el valor de la empresa exportadora se viera incrementado por los servicios que le brinda a la importadora: la posibilidad de importar.
En principio, no hay razones para que este arreglo genere más exportaciones genuinas: después de todo, no cambia en nada las condiciones del negocio. Por otro lado, en la medida que la sustitución de importaciones del modelo fueguino sea tan intensiva en importaciones como el producto importado a sustituir, la nueva regla no debería modificar las importaciones netas de cada sector.
Lo curioso, sin embargo, es que a medida que la regla se vuelva más restrictiva (cuando no hayan tanto maní, vino y soja libres a los que recurrir), el precio efectivo recibido por el productor de estos bienes exportables debería elevarse a expensas del precio efectivo pagado por las importaciones, generando un cambio de precios relativos similar al de una devaluación.
(No suelo hacerlo pero vale la aclaración de la foto: es el auto sojero de Ford.)
Entiendo lo de los precios relativos... pero supongo que también hay una "renta" no sé como llamarla, que se transfiere de un sector (importador) a otro (exportador).
ResponderEliminarNo es una renta que se transfiere, es una renta que se le genera al exportador al tener facultades para importar. Y por supuesto la paga el consumidor.
ResponderEliminarPor lo que me contaba mi viejo, en la primer época de Peron existían los permiso de exportación de autos, que eran premios políticos, por ejemplo era, junto con los galones, parte del ascenso a general de brigada. Y también parte de la explicación de la fortuna de jorge Antonio.
era importacion, no exportacion, y si la memoria no me falla de haberlo leido, lo que propone aca es una especie de IAPI, de mal recuerdo en muchos de esa epoca.
ResponderEliminarPero, existe el problema de los precios de transferencia, salvo que alguien construya un baremo ad hoc pre y lo revise post
Mariano: Hay una distancia entre el libro de texto y el mercado, pero en principio imaginate que el esquema es como cobrar un impuesto a la importación y pagarle un subsidio a la exportación (como en la devaluación fiscal que proponía Guillermo Calvo para salvar el uno a uno, y que intento Cavallo con diversas herramientas ad hoc).
ResponderEliminarLo interesante (aunque no sorprendente) es la similitud con una devaluación en su impacto sobre el nivel de precios: las importaciones se vuelven más caras (porque trasladan parte del nuevo impuesto) y las exportaciones también (porque exigen que el mercado doméstico las compense por la prima que ahora reciben) -aunque en el caso de bienes durables importados también se puede ajustar por calidad, lo que reduciría el impacto inflacionario.
Ja Ja.. buen punto... aunque para ser devaluación pura la importaciones y exportaciones deberían estar "empatadas".
ResponderEliminarClaramente los corruptos del gobierno no dan puntada sin hilo: de paso que retringen la importaciones crean una gran fuente de rentas espureas ¿falta mucho para que aparezcan en los diarios gestores vendiendo certificados de exportación?
Carlitos, como se llaman los que compran esos certificados? pobres almas descarriadas?
ResponderEliminarpara que exista mercado deben existir vendedores y compradores.
Un comentario: si entendí bien en la política de restricción de importaciones 1X1, lo que tiene valor "de mercado" es el aumento de las exportaciones, no el nivel "actual".
ResponderEliminarAdemás, a algunos importadores les exigieron (no a todos, entiendo) que las exportaciones marginales no provengan de un sector "diferente" (pero vaya a saber uno cuanto sentido tiene esto... si el sector importa por competitividad es, en general, porque no exporta).
Estimado Ely, siendo lo del carbono una restriccion gubernamental con aceptacion "social" y empresaria ¿no es arbitrario comparar tal medida con una que es totalmente absurda (las importaciones)? ¿no es como querer regular el mercado y a la vez jugar a que existe para morigerar los efectos perniciosos de trabar las importaciones?. Atte.
ResponderEliminartrasimaco: La analogía con los créditos de carbono no implicaba juicio de valor, sino un ejemplo de como este tipo de restricciones puede negociarse en un mercado.
ResponderEliminarOlivera: Me permito diferir en lo primero. Hasta donde entendí, si me asocio a un exportador puedo usar su capacidad exportable normal para empardar mis importaciones. En cuanto a lo segundo, desconozco, pero el caso Hyundai (y otros que conozco) sugieren lo contrario.
Para agregar un dato más: tengo entendido que las exportaciones deben provenir de empresas del mismo grupo importador.
ResponderEliminarEn el caso de Hyundai la empresa importadora a su vez también tiene contratos para exportar harina de soja y (creo) biodiesel.