¿Por qué dilema? Porque una mirada panorámica (que vaya más allá de las engañosas comparaciones con lo peor de la crisis, e incluya al resto de los países más o menos comparables de la región) indica que, a pesar de alguna incipiente mejora en la composición, la cosa no parece estar mucho mejor que en los 90s, al menos según los parámetros de industrialización tradicional.
En nuestro caso, el tan mentado incremento de la participación en el total de las exportaciones de las manufacturas de origen industrial (o MOI, jerga para denotar los productos industriales que excluyen los de origen agropecuario o MOA) ha sido marginal en relación a fines de los 90s, está concentrado en automóviles (un sector que, tras la extinción parcial de la industria autopartista, importa más de lo que exporta) y en productos capital intensivos y de baja elaboración (químicos, tubos sin costura), y ha creado poco empleo (sí, el empleo y el salario industriales han crecido en valor absoluto desde la crisis, como todo, pero menos que los no industriales).
Vale aclarar (como suelo hacerlo para refractar comentarios defensivos, que igual llegan), que este patrón no es idiosincrático de Argentina: según un reciente estudio del Banco Mundial, la prima de calificación laboral (la diferencia entre salarios de alta y baja calificación -los primeros suelen ser característicos de la industria) ha descendido en América Latina. Las razones pueden ser muchas, pero uno podría especular que esta reducción (que no se da porque los bajos alcancen a los altos sino al revés), refleja en parte una primarización creciente y una distribución mundial de la producción que reduce la demanda de empleo industrial calificado en la región.
Por otro lado, la caída de la participación del empleo industrial es típica no sólo de la región sino de economías desarrolladas con creciente intensidad de servicios (aunque no en el Asia emergente, con un desarrollo fuertemente basado en la industria).
Más simple: para trabajo barato, no podemos competir con Indonesia o Filipinas. Para industrias tradicionales (autos, electrónica), Corea nos lleva mucha ventaja. China nos supera en ambos frentes. Y para trabajo calificado caro, aún no llegamos a la productividad del primer mundo. Entonces, ¿qué nos queda a nosotros, además de ser el granero del mundo?
Como señalé en un post anterior, mi crítica a la gesta de profundización (entendida como continuidad) del modelo no tiene tanto que ver con cuestiones normativas (por ejemplo, el rol de la políticamente incorrecta licuación de deudas en el milagro argentino) sino positivas: donde algunos ven una industria floreciente yo veo otra de escasa proyección internacional, sostenida por un andamiaje frágil (tipo de cambio real depreciado, protección para arancelaria, subsidios a la energía y el transporte, tasas de interés deprimidas, impulso fiscal).
Si se trata de un vaso medio lleno o medio vacío es una discusión retórica irrelevante (después de todo, nunca me queda clara la diferencia entre ambos vasos). La pregunta relevante, a mi juicio, es qué vaso queremos llenar.
Hace unos días, en un panel sobre enfermedad holandesa en la UTDT (que espero podamos repetir en la UBA), un distinguido colega apuntó al caso de países como Australia o Nueva Zelandia, en los que una parte importante de sus exportaciones (y de sus productos!) son exportaciones de origen primario, incluyendo MOA (cmo referencia, el cociente exportaciones primarias sobre PIB es 13% para Australia y 16% para Nueva Zelandia, contra 12% para Argentina).
El hecho de que Australia y Nueva Zelandia sean países desarrollados con ingresos per capita varia veces superiores a los nuestros sugiere que no es impensable una estrategia basada en el sector primario (y pone en tela de juicio la vertiente industrializadora tradicional, basada casi exclusivamente en regímenes protegidos como el automotriz o el fueguino).
De más está decirlo, no se trata aquí de seguir modelos foráneos (la mera mención al modelo, cuando se habla de desarrollo, remite a una ilusión un tanto ingenua de planificación económica que sólo funciona en economías centralmente planificadas), sino de encontrar smilitudes y diferencias que nos ayuden a pensar como se desarrolla un país rico en recursos naturales y de ingresos medios altos en un mundo globalizado -un caso para el que no abundan los precedentes.
Con esta idea, dejo una breve ilustración robada de un trabajo inédito (e inconcluso) que el distinguido Lucio Castro está preparando para CIEPLAN, en el que estiman y comparan la diversificación de las exportaciones primarias a China, provenientes de países "primarizados". El código de colores es el siguiente: verde es homogéneo (porotos de soja), azul algo diferenciado (aceite de soja), rojo muy diferenciado (leche de soja).
Tema a profundizar.
(Nota al pie: Según el trabajo de Rauch (1999) que orienta esta clasificación, los productos homogéneos son bienes que se comercializan en mercados organizados y con precios fácilmente accesibles –como por ejemplo, los cereales en las Bolsas de Granos-; los productos precio-referenciados son bienes que se comercializan en forma organizada pero no poseen precios públicos; y los productos diferenciados son bienes con “marca” con atributos difíciles de generalizar y comercializar en forma organizada.)
Justo acabo de subir un post sobre Nueva Zelandia (El verdadero mundial: aprendiendo de Nueva Zelandia) los invito a pasar:
ResponderEliminarhttp://lamaquinasedetiene.blogspot.com/2011/09/el-verdadero-mundial-aprendiendo-en.html
saludos
Como lego, entiendo todo, acepto las tesis, pero, alcanza para los 45MM de habitantes una estrategia a la australiana?
ResponderEliminarLa produccion primaria australiana per capita es similar a la nuestra?
O debemos resignarnos a tener eloi y morlocks? (en sentido figurado)
Ayj: Como aclaro en el post "no se trata aquí de seguir modelos foráneos".
ResponderEliminarLa situación Argentina es bien complicada, hay un desfasaje entre acumulación y calidad de capital humano, stock de capital físico, nivel de ingresos y expectativas, de hecho cualquier argentino tiene la idea de que sería natural tener el nivel de vida de un país europeo mediterráneo. Una locura.
ResponderEliminarPara los que piensan en "agregar" valor a la producción primaria les sugiero el siguiente ejercicio:
¿Cuántos kilos de grano hacen falta para pruducir un kilo de cerdo? : tres/cuatro kilos (2 partes de maíz y una de soja)
¿Qué sale más barato, transportar un kilo de carne con cadena de frío o el grano para producirla?
Además el componente de mano de obra es importante, en definitiva es mucho más fácil para los chinos comprar el grano y darle de comer a los cerdos y gallinas lo más cerca posible de los centros de consumo en las grandes ciudades.
Por otra parte el gobierno impulsa el consumo local de bienes de alto valor (leche y carne bovina) con subsidios públicos... al punto de cerrar las exportaciones.
ayj: Argentina tiene la misma densidad de población que Nueva Zelandia.
ResponderEliminarhttp://en.wikipedia.org/wiki/List_of_sovereign_states_and_dependent_territories_by_population_density
Dije produccion primaria per capita, no densidad de poblacion.
ResponderEliminarSon cosas absolutamente distintas Kuno
Carlos, verdades de perogrullo sin duda alguna, ahora, la solucion es Malthus?
Estimado anfitrion,
El hecho de que Australia y Nueva Zelandia sean países desarrollados con ingresos per capita varia veces superiores a los nuestros sugiere que no es impensable una estrategia basada en el sector primario (y pone en tela de juicio la vertiente industrializadora tradicional, basada casi exclusivamente en regímenes protegidos como el automotriz o el fueguino).
independientemente de lo dicho despues, pero bueno, me niego a concluir que somos un caso unico en el mundo
Gracias por la respuesta
Ayj: creo que vale la pena aclarar nuevamente. Creo que la dicotomía autos vs. soja (el miedo a la primarización en su versión más primaria) ignora las sutilezas en la definición de esta última (pasa por alto, digamos, los choclos enlatados, para abusar de una anécdota que aún cuenta el Vasco De Mendiguren). Una estrategia basada en la extensión de cadenas de valor de bienes primarios no implica hacer como Australia, caso que no conozco lo suficiente como para ponerlo como modelo de nada. Uno puede aprender de casos ajenos si necesidad de extrapolar mecánicamente.
ResponderEliminarcomo dirian mis ancestros, collons, como lego me sorprenden su deferencia, saludos y gracias
ResponderEliminarYo lo que no entiendo, es como se va a producir más de golpe en los sectores que el gobierno quiere reducir su déficit. Sin dejar de producir otras cosas que probablemente fuésemos más productivos.
ResponderEliminarSin una política más sería de fondo no veo que se mejore el déficit de manufacturas global.
Number 2, creo que Chile es otro buen ejemplo de exportación primarios con algún grado de industrialización.
Saludos
Eduardo:
ResponderEliminarbuen día.
El desarrollo agroindustrial (o mejor, la rama industrial alimentos y bebidas) también brinda la posibilidad de desarrollos industriales complementarios: maquinaria agrícola, biotecnología, productos veterinarios, productos químicos, bienes de capital.
Hay ahí también una buen posibilidad de desarrollar un sector secundario más diversificado que el procesamiento de los productos agrícolas. Pero esos sectores (con matices) requieren de políticas proteccionistas como las de Tierra del Fuego o las autopartes.
Por otro lado, yo creo que el mundo no necesita tampoco que Argentina produzca alimentos. Necesita que aproveche las extensiones de tierra cultivable y clima propicio para producir materias primas agrícolas.
Por ende, la estrategia de desarrollo argentino no puede depender solamente de lo "que el mundo quiere de nosotros".
El agregado de valor depende después de decisiones nuestras (o no, al "mundo" no le importa eso). Esas políticas sectoriales necesarias para transformar en alimentos de consumo en góndola las materias primas también tienen visos proteccionistas.
Un saludo.
Lo que necesita argentina es producir infraestructura. Lo demás se adecuará a eso.
ResponderEliminaray, esa necesidad de volver al vetusto debate agro vs industria...
ResponderEliminar¿y si aceptamos que hay oportunidades de desarrollo tanto en el agro como en la industria?
me parece que australia exporta y produce más bienes agrícolas diferenciados y más productos industriales que nosotros
¿y si trabajamos por ambas?
otro punto: para ninguna de las dos estrategias alcanza con capital humano, infraestructura y macro estable
ambas necesitan un estado fuertemente intervencionista (por poner sólo un ejemplo, en australia se logró con una pesada junta nacional de granos)
Gabriel: Chile puede ser, pero a China me parece que exporta puro carbón.
ResponderEliminarMariano: Es cierto, hay externalidades positivas en otros sectores. Además, desarrollar la agroindustria no quiere decir abandonar el resto de la industria. Es más una cuestión de prioridades públicas (financiamiento y subsidios cruzados).
oti: Argentina necesita infraestructura para producir.
Tavos: quién vuelve al debate (¿vetusto?) agro vs industria. Lo que no hay que desestimar es que la economía, como asignación de recursos escasos, es en esencia una lista de prioridades de intervención estatal: ¿cuánto y dónde? Por ejemplo, simplificando, el financiamiento de la compra de autos resta fondos para la inversión en autopartistas. La protección de la electrónica local encarece al sector servicios. Las retenciones abaratan insumos para la agroindustria (salvo cuando ahogan la producción, generando aumentos de precios domésticos a futuro). Y así muchos ejemplos. El debate reduccionista industria vs. agro no lleva a nada, sobre todo porque hay muchos matices (por ejemplo, la agroindustria es ambas cosas). Pero la visión panglossiana de que podemos promover todo al mismo tiempo niega las restricciones de recursos que está en la base de la práctica económica.
Son necesidades distintas. La industria necesita fomento, el agro necesita paz. Ambos necesitan previsibilidad, instituciones fuertes, y una macroeconomía sustentable.
ResponderEliminarELY, la infraestructura no se puede comprar en el mercado mundial. Se pueden comprar insumos para hacerla, pero ésto es un trabajo que hay que hacer que requerirá la mano de obra de millones de personas.
ResponderEliminarSi no se rompe la inercia por este lado, difícilmente se produzca algo más o distinto a lo que ya se produce.
Hola a todos. Me dio miedo la respuesta "el financiamiento de autos resta fondos para la inversión en autopartistas", me parece un análisis muy estático. Cuantos autopartistas hay en Chile??? Donde no hay terminales de autos, no hay autopartistas, y punto.
ResponderEliminarPor otra parte, no nos olvidemos que en China arman las compu, no las fabrican, como se hace aqui en tierra del fuego.
Por último, me parece que compararse con países con población raquítica (nueva zelanda tiene 4 millones, australia mismo tiene solo 20), para peor isleñas, me parece absurdo. Somos como españa, 40 millones de habitantes y en el sur de un continente muy poblado. No jodamos, porqué españa no se dedica a exportar aceitunas? Si vamos a comparar, comparemos cosas comparables.
Saludos
M-
Francés: No entiendo la relación entre tu punto (que los países son distintos) con todo lo que se discute arriba. Con eso de que el financiamiento al consumo de autos resta fondos para la inversión en pymes autopartistas (una afirmación trivial) apuntaba a la necesidad de una intervención estatal selectiva, no a abogar por una política de desarrollo de autopartistas (aunque si la elección es promover una industria automotriz sostenible, no sería una mala idea). En cuanto a tu argumento en particular, en Chile no hay autopartistas porque no hay terminales, pero aquí hay terminales y aún así escasean las autopartistas.
ResponderEliminarLos límites a las comparaciones entre países los comparto, y los extiendo a tu mención de España (aunque más no sea porque si el modelo es España no tendríamos mucho para festejar). Pero eso no quita que miremos los patrones de desarrollo de otros países para ganar una mejor perspectiva.
Finalmente, sin caer en la apología, hace tiempo que China dejó de ser una armaduría en base a mano de obra barata (algo que ahora los chinos hacen en los países periféricos del sudeste asiático).
Ely: mis comentarios sobre las comparaciones venían más a los primeros que se postearon. Después lo de la intervención estatal selectiva, lo argumentaste con ejemplos que, a esta altura, no puedo creer que sean naif. Yo creo que se necesita industria automotriz y TICs, por eso los defendí.
ResponderEliminarPero la diferencia no es solo sobre qué industria seleccionamos, sino sobre el concepto de intervención estatal selectiva en sí: para ser válido eso de la asignación de recursos se debe suponer un enfoque estático y de pleno empleo.
TRES GRADOS DE INDUSTRIALIZACIÓN (Y ALGUNOS MÁS)
ResponderEliminarDurante la pos convertibilidad, las Expo crecieron casi el 300%. El mayor aporte al crecimiento lo hicieron las MOA y las MOI.
Las MOI ganan peso relativo en el total exportado, perdiendo claramente los Productos Promarios, casi 3 p.p., (en 1991 las MOI representaban el 25% del total exportado, mientras que en 2010 alcanzan el primer puesto con 35%)
Si bien MOI son el único rubro deficitario, si comparamos el déficit del año 2005 con el de 1998 (de similar PBI) este es de U$S 7.600 Mill. menor, evidenciando un fuerte proceso de sustitución de importaciones. Además, si miramos los índices de precios y cantidad, el crecimiento de las MOI se explica por cuestiones de volumen y no de precio!!!
Respecto de las importaciones (que en general crecen mucho menos que las expo), las bienes de consumo (finales) casi no crecen (1,6% en el promedio anual), explicándose todo el incremento por la importación de bienes intermedios, de capital y combustibles, más asociados al proceso de reindustrialización que vive Argentina.
Todo esto confirma el quiebre de la tendencia precedente respecto de los ‘90, aunque falta mucho por hacer. Pero hablar de primarización???
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarFMC: Lástima que el oro esta en ñas MOI, y éste creció mucho también, lo que dhace dar una impresióm algo errada.
ResponderEliminarFrancés lo de " en China arman las compu, no las fabrican, como se hace aqui en tierra del fuego." fue un chiste, no? Porque es al revés.
No, en serio, las arman!! Importan los mozer y los cicuitos integrados de Taiwan y Malasia, los LCD para pantallas en Japon, y con eso hacen las compus. Eso se puede ver en el comercio internacional entre esos países, no es un secreto. A lo sumo hay un mito al respecto. Saludos
ResponderEliminarInteresante nota para conocer qué se hace en Tierra del Fuego:
ResponderEliminarhttp://www.lanacion.com.ar/1404273-la-produccion-de-celulares-en-el-pais-un-debate-que-se-reaviva
Noten lo que dice el último párrafo. Saludos!
Buen artículo. Que los equipos salen 5% más caro? Me parece que es un buen costo comparado con las divisas que nos ahorramos en importaciones...
ResponderEliminarFrances: Tal vez me equivoque, pero el 5% mas caro en parte sugiere que no nos ahorramos tanto en divisas. La suma de los componentes importados en algunos casos es comparable al costo del producto final importado. Esto es algo que nunca entendi de esta politica: se intensica con la caida del suparavit comercial (ergo, busca mejorar el balance de dolares) pero no pareceria tener un impacto fuerte (salvo en el menor consumo de importados: por ejemplo, como no hay celulares disponibles la gente renueva menos su equipo). En fin, ¿qué me estoy perdiendo?
ResponderEliminarELY
ResponderEliminar¿Puede ser que haya un error en el código de colores de los gráficos que planteas en el texto? El azul es Producto Diferenciado (leche de soja) y el rojo Productos con Precios Referenciados (aceite de soja). En tu texto estaría al revés.
Creo que el ejemplo más elocuente del potencial de desarrollo vía cadenas de valor a partir de la producción primaria (y de desaprovechamiento reciente de ese potencial) es el del sector frigorífico. La tonelada de carne vacuna refrigerada se vende en promedio a US$12.000. ¿Cuántos sectores exportan a ese valor (y con todo el VA local)? Pero van dos años que no cumplimos con la cuota Hilton y el stock ganadero cayó 14% desde 2006. Cierto es que el mercado de este nicho de producción es Europa y que no sé si China estaría dispuesto a comprar carne en vez de grano. Pero es ahí donde ingresa la política comercial, ¿no?
Francés:
Me hace ruido que el celular fueguino sea apenas 5% más caro que el importado. El ejercicio que hice alguna vez fue comparar precios de LCD misma marca y mismo modelo en Falabella Argentina (made in TDF) y en Falabella Chile. El fueguino costaba exactamente el doble que el que se vende en Chile. La diferencia, dadas las exenciones impositivas, supone una fenomenal y difícilmente justificable transferencia a ensambladoras, comercializadoras y trabajadores fueguinos.
Más aún: el gasto tributario del régimen promocional fueguino es superior al total de la nómina salarial privada en la isla. Dicho de otra manera, al Estado le saldría más barato pagarle la totalidad del sueldo a todos y cada uno de los trabajadores privados fueguinos (sin que trabajen) que sostener el actual régimen de promoción.
ELY: habría que hacer la cuenta para ver si se ahorran divisas. Recuerdo esta opinion del profesor Muller donde calculaba cuantas divisas nos ahorrabamos produciendo autos y no importandolos. http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-5034-2011-03-20.html
ResponderEliminarTal vez una pista...
Fasolita: reenvío al artículo, yo no hice la cuenta del 5%.
Fasolita: imperdible tu comentario (al Estado le saldría más barato pagarle la totalidad del sueldo a todos...). Como no se les ocurrió antes!!!! Además se asegurarían votos cautivos, no te parece?
ResponderEliminarFrances: Es poco lo que se puede inferir del articulo de Muller sobre el balance de divisas, tanto positiva como normativamente. Mi impresion es que gastamos casi tantos dolares haciéndolo nosotros que importando, y esto después de años de intentarlo. Si es por mantener empleo, es otro discusión, pero si es por mantener los dólares adentro (tal como parece de la correlación entre LNA y salida de capitales) sigo sin ver cómo cierra la ecuación.
ResponderEliminarFrancés:
ResponderEliminarYa sé que no hiciste la cuenta del 5%. Supongo que alguno de los ensambladores (interesado en que siga el negocio) le debe haber pasado el dato al periodista.
Lo que digo es que si la diferencia fuera de apenas 5% y ese fuera el costo de proteger una industria naciente, lo defendería sin inconvenientes. El problema es que el costo es muchísimo más, para terminar protegiendo a maquilas que ni siquiera pagan impuestos.
Ergo, el único propósito del régimen de promoción es fomentar el empleo en un rincón remoto del país (lo que también es defendible), aunque hay que ver a qué costo.
Y ahí es donde hay que ponerse a hacer números: en 2010 cada uno de los 34.000 trabajadores privados fueguinos cobró $6.615 mensuales. El gasto tributario por la Ley 19.640 fue casi $3.000 millones (o el equivalente a $7.300 mensuales por trabajador).
Chicanas al margen, ¿no te parece un poquito irracional como esquema de promoción del empleo?
Bueno, esto remite al problema de la sustitución de importaciones, del cual uno de los argumentos es el ahorro de divisas. Conceptualmente creo que es entendible: si fabricamos la parte final de un bien de consumo en el país nos ahorramos en divisas la diferencia entre el precio de los insumos y el precio final. Ahora la dificultad aparece cuando esa parte del valor agregado requiere de bienes de capitales importados. Ahí tendríamos que trabajar con una matriz insumo-producto. ELY Si entiendo bien tu planteo pasa por ahí, la respuesta es simple: no hay MIP, ergo no se puede medir a nivel agregado. Una alternativa es ver qué proporción tienen los bienes de consumo en la balanza, y es interesante ver que entre 93 y 98 fueron 18% de las impo, mientras que desde 2003 ellos representan solo 12%.
ResponderEliminarFasolita: la política industrial no es una política social. No se sustituye importaciones para crear empleo. Para mi el argumento más fuerte para industrializar es el ahorro de divisas, que además tiene externalidades positivas como las de crear empleo, pero no es más que eso: una consecuencias positiva. Y como sabemos, las importaciones de bienes de consumo electrónico son de las más dinámicas (tanto por su elasticidad al producto como por su velocidad en los cambios de producto), lo cual tiene dos consecuencias: 1- sustituir parte de esas importaciones puede tener un gran impacto en el ahorro de divisas, 2- dificilmente se puede competir integrando toda la línea de producción por los cambios de producto, ergo, se arman lo productos.
ResponderEliminarEso para dejar la discusión planteada en términos de corto plazo. A largo plazo, ya sabemos que la industria es generadora de tecnología, de acervos de conocimiento, etc, etc. te ahorro ese discurso porque es conocido e inapelable.