miércoles, 25 de mayo de 2011

Economía Prozac (o la adicción al viento de cola)

Nuevamente en Europa, nuevamente para discurrir sobre los BRICs, Eagles , Civets y demás acrónimos zoológicos. Esta vez en Luxemburgo (ciudad Julie Andrews) camino a Barcelona. (Esta es la vista desde donde escribo, o era, ahora oscureció.)

Por aquí las noticias no son buenas, y no puedo dejar de pensar en lo que tarda la gente en ver las señales de un problema que se avecina (no, no es un cisne negro, con perdón de los talebcólicos; es negación).


Mientras los ojos (y los pies) de los analistas financieros se posan en Grecia (una colisión en cámara lenta digno del default argentino) y Europa se debate entre (nuevamente) la negación, el reperfilamiento (un plan Baker que es otra forma de negación) y un Brady con quitas importantes que inevitablemente pondá al resto de los PIIGS contra las cuerdas, los indicadores de la economía americana no terminan de despegar (augurando más estímulo monetario, que a estas alturas poco puede agregar pero mucho puede quitar) y el recalentamiento chinos eleva la inflación (que los propios chinos ubican por encima de la oficial, y por debajo de la salarial) y fuerza una contracción monetaria que apunta a bajar el crecimiento a un 7% (desde niveles que los propios chinos estiman un par de puntos por encima del oficial). Y esto sin mencionar el problema de la deuda de países avanzados (EEUU, Japón, Inglaterra, y Europa, que mientras mantiene vivo a los periféricos asegurando la salida ordenada de los privados, sigue acumulando deuda soberana y contingente).

Nada de esto es nuevo (aunque puesto así suena a pesadilla de Faber o Roubini). Tampoco es el fin del mundo (como Faber o Roubini prometerían). Pero preocupa la falta de real preocupación. Una situación común en el análisis financiero es que la foto no sea consistente con el largo plazo (lo que suele definirse como una situación insostenible) pero no esté a la vista el catalizador de la corrección –o lo esté, más allá del ajustado horizonte del analista. Entonces encontramos recomendaciones de comprar “tácticamente” (por cuestiones técnicas, léase, que todo el mundo lo hace) un activo (o un país) que vemos cayendo en el mediano plazo.
Por ejemplo, sabemos que el dólar debería sufrir la prodigalidad americana, y que su deuda debería comenzar a pagar una prima de riesgo, pero los imversores asustando corren al Tesoro americano porque…nada de esto va a suceder en los próximos meses. A su vez, la demanda sostenida por activos del Tesoro americano quita urgencia a la necesidad de resolver el problema fiscal: si puedo financiar déficits a tasas ridículamente bajas, no tengo un “problema” de déficit.

(Esta lógica circular es típica de lo que situaciones de equilibrios múltiples. Hasta hace poco a nosotros solía tocarnos la otra esquina: si todos piensan que la crisis es inminente, nadie refinancia y la crisis se velve inminente. Si bien la coyuntura argentina presenta hoy un problema de inconsistencia temporal, pienso que se trata de una variante más compleja que el problema de deuda, y merece un espacio propio en otra ocasión.)

Lejos de mí dejar por escrito proyecciones cuantitativas sobre la economía mundial (y exponerme gratis al escarnio futuro). Pero al pasar revista a la evidencia, no puedo menos que pensar que China, en el mejor de los casos, va desacelerar su economia (si fracasa puede poner en riesgo un modelo basado en la inversión acelerada, que depende crucialmente de la competetividad y la demanda externa) y que EEUU, en el mejor de los casos, va a subir la tasa de interés (si fracasa, convivirá con el estancamiento y será Japón).

Así, saludar la caída de la tasa de los bonos del Tesoros, en el marco de la encrucijada presupuestaria americana (que coquetea con la idea del default) y de la aceleración de la crisis de deuda europea (que inevitablemente pondrá la lupa sobre el resto de las deudas avanzadas), como si se tratatra de más plata dulce para los emergentes (más viento de cola) es, por ponerlo de manera afectuosa, imprudente: una recesión en EEUU es peor para el mundo (y para nosotros) que una suba de tasas.

En ese contexto (comento en mi panel cuando llega mi turno de hablar), la moda emergente se siente exagerada y potencialmente contraproducente. Exagerada porque los emergentes (en rigor, los diez países en los que uno piensa al decir mercados emergentes) siguen siendo muy sensibles al ciclo mundial. Basta sólo mirar cómo los flujos de capital entran y salen en conjunto, sin tomar demasiado en cuenta los “fundamentals”, y cómo estos patrones comunes de los flujos responden precisamente a la variables globales (liquidez, apetito por el riesgo, el dólar, China) que todo indica pegarán la vuelta en los próximos años.

¿Qué hacer en estos casos –además de despotricar contra los culpables? Por lo pronto, no comerse el amague de los promotores de la hegemonía emergente. Cavar trincheras y pertrecharse. Resistir el ciclo financiero con intervención y controles (algo que la mayoría delos países está haciendo como puede), y ahorrando e invertiendo para los días lluviosos.

Y aquí es donde la economía Prozac del viento de cola, el piloto automático de administrar la renta fácil de bienes primarios, adormece la reacción. Si cualquier analista de Wall Street piensa que el mundo emergente es el nuevo motor del crecimiento (que es como decir que es virtualmente inmune a la materialización de los peligros mencionados más arriba), ¿por qué debería ser un gobierno el que sonara las alarmas anticipadamente?

(Supervivencia, podríamos contestar: nadie se acuerda de las pifiadas del analista, o las dan por descontadas, pero los errores del gobierno tienen un gravedad masiva.)

Un distinguido colega trasandino suele decir que un banquero central siempre tiene que pensar en el mejor escenario (porque el mejor escenario suele ser el que genera inflación) y un Ministro de Economía tiene que pensar en el peor escenario (porque es el eleva su necesidad de actuar al tiempo que reduce sus recursos y su capacidad de acción). Siempre es difícil (y, a veces, contraproducente) para un gobierno sembrar el temor, pero la complacencia de la moda emergente lo hace todo aun más difícil.

6 comentarios:

  1. ELY, lindo artículo, solo me hace ruido el siguiente párrafo:

    “como si se tratatra de más plata dulce para los emergentes (más viento de cola) es, por ponerlo de manera afectuosa, imprudente: una recesión en EEUU es peor para el mundo (y para nosotros) que una suba de tasas.”

    Probablemente no lo comprenda porque no profeso la religión de los economistas. Dejando la ironía de lado, no comparto esta visión que tenés, más allá de admirarme la cultura yanqui en muchos aspectos, sobre todo los desarrollos tecnológicos.

    Primero, porque imprimir papelitos de colores (verdes) por parte de USA, o mejor aun descripto con la frase “IMPRIMIR CAPITALES” que luego por un tema de rendimientos vuelan por el mundo, no veo que sea una ventaja para los emergentes (lo que llamás viento de cola). Hasta llegaría a pensar lo contrario, porque nos están metiendo la mano en el bolsillo. Bueno, los emergentes nos dejamos meter la mano, pero no vale la pena discutirlo, probablemente el tiempo me dé la razón.

    Segundo, una suba de tasas tampoco creo que nos afecte demasiado, probablemente el malón correrá primero en forma desbocada pero no nos afectará si tenemos una economía medianamente sólida, de hecho probablemente a los emergentes nos haga un favor.

    Personalmente dejaría de poner tanta atención en la economía yanqui, fijate como va variando el tamaño de la misma en relación a la economía mundial y como pensás que va a seguir evolucionando esa tendencia. Pero entiendo que cuesta un poco empezar a ver de otra manera porque los dogmas son muy fuertes. No se imaginan como están variando los patrones de desarrollo, de entrenamiento de ingenieros, digamos de la economía real, de la economía que se viene. Primero se debería observar la economía real y tangible y luego los instrumentos y como se los manipula a los mismos en el mundo. Pero entiendo que por una cuestión de ego, los economistas pongan primero los instrumentos por sobre el mundo real. De ahí que no entiendan la frase “imprimir capitales”. Por supuesto yo no voy a ir contra las creencias del mundo solito, y en mis inversiones y movimientos tengo en cuenta estas inconsistencias de la economía y las finanzas.

    Por el resto comparto casi todo lo que decís en tu artículo y salvo esta acotación (un tanto extensa pero sobre una frase tuya cortita) me pareció muy bueno.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno, como siempre.
    "EEUU en el mejor de los casos va a subir las tasas" me recordó una sublínea: "This is a world in which positive US news leads to a fall in the dollar, while negative US news leads to a US rally." Una volatilidad creciente debería significar una inversión privada decreciente ¿no?

    La otra pregunta: "Un modelo basado en la inversión acelerada, que depende crucialmente de la COMPETITIVIDAD y la demanda externa".
    ¿Por qué de la competetividad y no solo de la demanda externa?

    Saludos de un lector de La Resurrección (Gallo estaba agotado).

    ResponderEliminar
  3. ELY, anoche ví “Inside Job”, ¿Qué opinión te merece como economista y cuál es la percepción al respecto dentro del mundo de la economía y las finanzas? Aparecen los que están en el tapete con el tema FMI, Strauss-Kahn y su potencial sucesora Lagarde. Paradójicamente ambos me dieron buena impresión, mucho mejor que los “líderes” yanquis, que siguen en altos cargos al día de hoy. Seguramente Uds conocen la mayoría de los nombres que aparecen.

    Como un no-economista sigo convencido que con un puñado de instrumentos y reglas básicas se maneja cualquier economía avanzada y basada en el desarrollo y la producción de bienes. De más está decir que el trueque no funcionaría en el mundo de hoy y le otorgo un gran valor a este instrumento llamado dinero, es muy práctico, luego el tema tasas de interés y aglomeración de fondos para proyectos de mayor envergadura, también lo comparto, aunque vería como manejar el tema spread entre tasas pasivas y activas. Luego podríamos discutir algunos otros instrumentos que también parecen útiles para optimizar el desarrollo real, pero el mundo financiero se fue a la mier…. en estos tiempos y muchos instrumentos solo transfieren recursos a parásitos improductivos.

    Volviendo al tema, les recomiendo la película, que es más bien un documental y me imagino con cierto sesgo para dejarlos mal parados, pero de todas formas está muy buena. Ojalá alguien dentro del mundo económico dé su impresión, pues yo lo veo desde afuera.

    ResponderEliminar
  4. ELY, como uno de mis grandes referentes, te invito a conocerme.

    http://teoria-economica.blogspot.com/2011/05/piigs-on-wind.html

    Gracias!

    ResponderEliminar
  5. Economistas de Escuelas de Negocios hablando sobre tecnología... Psss!! Me hierve la sangre.

    Uy, lo que encontré, parece que Brasil sigue con su enfermizo populismo demagógico... que boludos no? (sarcasmo). Por qué no bajar los aranceles a cero (son más altos que en Argentina) y prescindir de los puestos de trabajo locales...

    ---
    La producción del iPad en Brasil comenzaría fines de agosto o principios de septiembre http://bit.ly/mA8CGo
    ---

    FC

    ResponderEliminar
  6. Si ya sé, "no hay I+D". Pero nunca puede haber I+D si antes no hay una firma local que no sólo sea movedora de contenedores, como eran los distribuidores locales de Viewsonic y Cia... una oficina en Puerto Madero, y un puñado de despachantes... que bien le hacía al país...

    Además les aclaro algo, escribo esto en una notebook Gateway 7422, "Made in USA with US made or foreign parts" dice la etiqueta.

    Saben que hace Gateway? Elije el color de la carcasa y el software que va preinstalado, así como la configuracion que ofrecer (cuanto disco, cuanta memoria, a que precio).

    Porque el resto, de esta Gateway 7422, es una ARIMA K8. Fabricada y diseñada en ASIA, no en USA. Como el 99% de lo tecnológico hoy día (hablamos de consumer grade).

    http://www.arima.com.tw/english/Group.htm

    Dicen "uy sólo se ensambla". La industria electronica moderna ES ensamblaje.

    Nadie fabrica los chips hace el diseño del mother y el producto terminado, de punta a punta. Eso no existió nunca.

    Está todo segmentado. Hay empresas de semiconductores que hacen los diseños de los chips, (ej: Realtek, Broadcom,Ralink ) los que fabrican los paneles LCD (tengas un monitor LCD marca HP, Acer, o lo que sea, probablemente el panel interno sea de Chimei http://www.chimeicorp.com/en/company/aboutchimei.asp), los que fabrican los CPUs (Intel, AMD, ARM, TI, VIA), y luego los fabricantes de mothers (tanto para PCs como diseños de notebooks) que venden y licencian sus diseños a terceros, que las arman.

    Así que en vez de escupir para arriba, deberían aprender primero como funciona la industria.

    Besis
    FC

    ResponderEliminar