Columna en El País sobre estos dos improbables gemelos, en linea con
post anterior, y con un tema general (que podríamos titular: lecciones del caso argentino para la teoría del desarrollo) que a mi juicio aun sigue abierto a la espera de un buen análisis (o de la reversión que valide las expectativas de los escépticos). Debate abierto.
Estimado
ResponderEliminarLo van a exiliar al Barrio Chino los academicos
saludos
Ayj: No subestimes a los colegas. Igual, yo ya vivo cerca del Barrio Chino, asi que la mudanza la hacemos facil.
ResponderEliminarexcelente artículo. Es empalagosa la veneración de muchos por brasil, y agotador la lectura de populismo con suerte acá.
ResponderEliminarigual, si querés una mano con la mudanza, chiflanos que con ayjblog te ayudamos...
Abrazo
Me pareció excelente.
ResponderEliminarUna curiosidad; cómo se escribe un artículo así, digamos homogéneo, entre dos personas?
Unfor: Uno lo empieza y el otro lo termina.
ResponderEliminarCoincido bastante con el análisis y especialmente con el origen de las diferencias mediáticas y de valoración de mercado entre Brasil y Argentina: Brasil trabaja duro para construir una reputación de estabilidad política/institucional, reconoce las deficiencias de su modelo y es proactivo y a esto le agrega el efectivo marketing de Lula para posicionarse como estadista en la esfera mundial. En cambio nosotros destruimos instituciones, escondemos la basura abajo de la alfombra, denunciamos las políticas de nuestros predecesores (los malditos noventa), el modelo actual es perfecto y nos empeñamos en crear incertidumbre.
ResponderEliminarLo que a mi me sorprende es que se presente a Brasil como ejemplo. Eso habla de la mediocridad de nuestros dirigentes y la incompetencia de nuestros periodistas.
Me pareció un excelente artículo. Lástima que tenga que ser publicado para el exterior.
ResponderEliminarMe encantaría leer cosas así en medios nacionales. Sin la obsecuencia de algunos medios, ni el "todo negativo" de otros.
Eduardo: y que tal las perspectivas de largo plazo: oferta de energía; participación de las MOI en las X; complejidad del desarrollo en uno y otro caso; productividad/competitividad; complejidad del sistema financiero; performance del sistema educativo; producción de mano de obra de alto nivel; capacidad para ser relevante en el mundo; adaptación pragmática las posibilidades de la globalización(Dani Rodirk dixit). eduardo amadeo
ResponderEliminarSin que este comentario vaya dirigido a nadie en particular sino más bien al ambiente de los blogs económicos argentinos, me parece que vale la pena reflexionar un segundo acerca de nuestras contradicciones.
ResponderEliminarConcretamente, hay personas que saludan este artículo que, entre los elementos de prueba, se apoya en la igualdad de la tasa de crecimiento de la economía. Sin embargo esas mismas personas adhieren a la corriente de pensamiento que juzga negativamente a la Argentina de 1910, país que venía de unos 30 años de altas tasas las que, sin embargo, de acuerdo a esta postura, son insuficientes o ilegítimas para justificar una apología de aquella época en buena medida motivada por la buena racha previa, el triple de larga que la actual.
Pero si es cierto que el crecimiento poco vale como indicador de éxito o bienestar económico, entonces poco debería valer en el caso de este ejercicio de economía comparada, no?
Eduardo: Antes que nada, vale la pena recordar que la columna no intenta ensalzar las políticas argentinas y cuestionar los méritos brasileros, sólo plantea la dicotomía entre resultados y percepciones. Y plantea un interrogante que, creo, es el que debería orientar la comparación: ¿si a partir de hoy se eliminaran las diferencias de política (ponele a tu líder preferido en la presidencia de ambos países), el desempeño argentino sería inferior al de Brasil? En otras palabras, las políticas que nos llevaron hasta aquí tienen efecto residual negativo?
ResponderEliminarEn cuanto a tus preguntas específicas, cada uno de los puntos merecería un estudio detallado. Con las salvedades del caso, intento responder en un próximo post (así puedo mostrar más fácilmente algunos datos).
" En otras palabras, las políticas que nos llevaron hasta aquí tienen efecto residual negativo?"
ResponderEliminarA ojo de buen cubero se podría decir que Argentina tiene un ingreso per cápita demasiado bajo respecto de su nivel educativo. O dicho de otro modo, hemos desperdiciado gran cantidad de recursos educándonos para obtener magros beneficios. Esta evidencia apunta a una falla institucional y de políticas públicas monumental.