viernes, 6 de mayo de 2011

El relato oficial y la apropiación del discurso popular

El otro día asistí a un interesante seminario catártico ¿Existe una hegemonía kirchnerista? organizado por CIPOL y el Club Político Argentino, en el que intelectuales ilustres como Abraham o Sarlo exhibían una mezcla de fascinación, bronca y desconcierto por la idem. En una de las presentaciones, Carlos Fara presentó una suerte de radiografía del relato oficial como apropiación de lugares comunes (antes que interpretar la interpretación de Fara de sus propios resultados, prefiero remitir al lector a su columna sobre el tema).

Dejo aquí, una selección de los slides que presentó.


Las primeras dos muestran: (i) una apropiación de un discurso latente (derechos humanos, Mercosur) originalmente encarnado (y, en la vorágine de las crisis económicas, resignado) por el alfonsinismo; (ii) la explicitación de algunos secretos a voces (las complicidades de la iglesia, la incidencia de los conglomerados de medios) y, en su mayor parte, (iii) la aceptación de proposiciones inverificables por lo imprecisas, que son asumidas por el hombre de la calle a fuerza de repetición mediática.

Por ejemplo, es difícil evaluar si "Argentina está mejor que en los 90s" sin fijar algún criterio, pero en todo caso no es el aspecto técnico el relevante, sino el dato de que en épocas de crecimiento es natural que impere una "sensación" de bienestar y superación. (Aquí es donde el énfasis del economista y el politólogo difieren en parte: lejos de mí defender las políticas menemistas, pero presumo que la gente mayormente sentía que Argentina estaba mejor que en los 80s en 1996, aunque no en 2000.)

Más arduo aún es para el entrevistado (e incluso para el economista profesional!) estimar si "hay más industrias que en los 90s", aunque algunas medidas normalizadas de producto y empleo industrial vertidas en posts anteriores de este blog sugieren lo contrario (lo que a su vez no parece ser un problema nacional sino regional). Lo mismo aplica a términos como "modelo productivo", "neoliberalismo", o el exquisitamente conspirativista "proyecto económico", significantes vacíos del universo económico, si los hay.



En todo caso, lo interesante no es el descubrimiento de que el hombre de la calle suscribe a este discurso, sino señalar cómo la oposición se deja ubicar del otro lado de un discurso que suscribe, previsiblemente, el hombre de la calle. Este estado de situación surge de una combinación de limitaciones y errores. Por ejemplo, la bandera de la Asignación Universal por Hijo que la Coalición Cívica viene blandiendo desde hace años, fue apropiada por el gobierno y ahora es usada en campaña contra la CC y el resto de la oposición. Si el gobierno se lleva lo bueno, ¿a la oposición sólo le queda correrlo al precipicio con el 82% móvil o el uso de reservas?

Por otro lado, la oposición transversal del grupo A fue para este escriba un claro ejemplo de mal cálculo político que facilitó la batalla retórica del gobierno al presentar un sólo frente de ataque -que su escaramuza más visible consistiera en alinearse en la defensa de los medios oligópolicos tampoco ayudó.

El tercer gráfico es menos sorprendente: hay personas que suscriben el discurso oficial (en muchos casos desde antes del surgimiento del kirchnerismo) pero preferirían otros ejecutantes (Alfonsín, Pino) -aunque éste parecería ser un argumento débil para un candidato, a menos que éste se reapropie de las partes no dañadas de su viejo discurso para proponer algo decididamente nuevo.


La última figura sugiere un cambio de tema: parecería haber una correlación negativa entre el "no adhiero a ningún partido" y el "adhiero al FpV", lo que sugiere que, efectivamente, el kirchnerismo se alimenta en gran medida del votante transversal (que ningún otro partido ha logrado captar por ahora).

16 comentarios:

  1. Muy buen post. Pero, de puro molesto, me permito objetar el sesgo semántico implícito en la atribución al oficialismo de "apropiador" de discursos ajenos.

    AUH: Si bien algunos sectores de la oposición presentaron proyectos en ese sentido, la agenda a la que responde es previa. Recordarás el FRENAPO. Si a alguien corresponde haber puesto en agenda el asunto es a una coalición de organizaciones sociales y políticas, ong´s y académicos que participaron de ello. Y es fácil comprobar que buena parte de los que fueron parte de esa experiencia son parte del oficialismo. En ese sentido, también podría decirse que la CC intentó fallidamente apropiarse de un proyecto que defendía una parte relevante de la coalición oficialista.

    DDHH: Pasa algo similar. ¿Desde el punto de vista de quien Alfonsín encarnó la lucha por los DDHH?. Paro un actor relevante no es así: la mayoría de los organismos de derechos humanos. Desde ese sector social siempre se objetó (con razón o no) que el proyecto alfonsinista se limitara a las cúpulas y se instruyera a los fiscales a no investigar los mandos medios y los ejecutores (la ley original de Alfonsín fue modificada en el congreso). Podría decirse, entonces, que Alfonsín se apropió del discurso de los DDHH encarnado en organizaciones de la sociedad civil que no le respondían políticamente.

    Sucede que hablar de "apropiación" lleva implícita una valoración negativa que me parece improcedente. Si esas perspectivas gozan de gran popularidad, lo natural es que un gobierno intente llevarlas adelante, más si están presentes en las plataformas propias y/o de sus aliados. ¿Cual es el sentido de esa valoración negativa entonces?

    saludos

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  2. Interesantisimo post, coincido en parte con Guido, la asignación universal era algo previamente existente y carrio proponía repetir el error del oficialismo de los subsidios de las tarifas de servicios (es decir que se aplique a TODOS los menores de 18, al margen de sus ingresos).

    La política de derechos humanos, justamente es del movimiento de dd.hh. del cual Alfonsin formo parte (miembro de la APDH), pero no se agotaba en el, irónicamente hoy buena parte de ese movimiento forma parte del oficialismo.

    Igual no es casual la buena relación de alfonsin padre con el kirchnerismo y la tibia oposición que practica su hijo... existen fuertes continuidades entre ambos, al punto que mi viejo (alfonsinista militante en su momento) despotrica contra Sanz y Morales y en octubre la vota a Cristina...

    La apropiación de consignas no es con respecto a la oposición, es con respecto al pueblo! (suena medio infantil, pero las encuestas dan algo de pie a esto) ese es en mi opinión el deber de los gobiernos, vehiculizar las demandas populares a través del estado.

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  3. Guido, Fede: gracias por las aclaraciones. Difícil agotar un tema tan denso en un modesto post. El término apropiación tiene una connotación negativa en la medida en que aquélla se haga a expensas de otros participantes.

    El caso de los DDHH es útil para ilustrar el punto. Efectivamente, Alfonsín fue un militante de los DDHH y cuando asumió cumplió, por convicción, llevando a juicio a las juntas (según recuerdo, a 3 días asumir). Kirchner, que yo sepa, no fue militante de los DDHH ni cuando Menem los pasó a retiro, y encontró en ellos una bandera tardía para reconstruir un discurso popular en un contexto de desencanto con la política tradicional. Ambas son, a mi juicio, posiciones lícitas (aunque sólo la primera parece movida por viejas convicciones): no le pido al gobernante que haga lo que le pide la gente por convicción, me basta con que lo haga.

    (Algo similar podría decir de la AUH, resistida por años por Alicia K y hoy slogan de campaña del oficialismo.)

    Lo que es injusto es pensar que Kirchner hizo más que Alfonsin, prescindiendo del contexto. Alfonsín fue más allá que cualquier gobierno latinoamericano (y, si no fuera un ignorante en el tema, me animaría a decir del mundo: ¿acaso Nuremberg fue más drástico en el enjuiciamiento de un genocidio de otras proporciones?) en un marco en el que la democracia no había ganado la guerra (de nuevo, viene a la mente el contraste con Nuremberg) sino que se habían predominado como parte de una tregua concedida por una dictadura fracasada pero que aún podía resurgir de los errores de un gobierno democrático. Alfonsín asumió el compromiso de ser el primer presidente en décadas en no acabar tempranamente con un golpe y aún así encontró el espacio político para los juicios. Creo que no corresponde ningunear este logro desde la tranquilidad de un mundo que sabemos ha cambiado (aquí y en el exterior). No digo que uds lo hagan, sólo que da esa sensación al oir el relato K de la lucha por los DDHH.

    Apropiación suena a esto último, por oposición a asimilación, suscripción, apoyo, continuación, representación, profundización...

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  4. ELY, totalmente de acuerdo. Facil es hacer subir a un soldadito de plomo a sacar un cuadrito, cuando el que puso lo que había que poner lo hizo 20 años antes, con toda la pesada a pleno y lista para volver. Entre la paliza que les dió don Raúl en los 80, y la sacada de guita que les hizo el Carlos en los 90, Nestor terminó haciendose el macho con unos perejiles que ni entienden porque les están pegando. NK defensor de los derechos humanos? Por favor...

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  5. Bueno, para alguien que cumplio 18 años en 1976, yo, es casi divertido leer estas cosas. El gobierno de Alfonsin dejo de existir el dia que dijo la casa esta en orden y fue a cerrar con Rico, en vez de enviar a los bomberos a campo de mayo, o esperar a Alais

    Por otro lado, en 1979, epoca dura para los militantes de DDHH, quien firmo la carta a la CIDH?

    Hay mucho mito, mucha historia, que, probablemente, solo sepamos dentro de 100 años

    disclaimer: Si existiera algo asi como la definicion de apolitico, me cabria

    saludos cordiales

    PS: Obviamente que en 1985 estabamos mejor que en 1996, alguien tiene alguna duda? quizas, los que no vivieron laboral ni socialmente en 1985

    ayj

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  6. Algunos comentarios:

    "Si el gobierno se lleva lo bueno, ¿a la oposición sólo le queda correrlo al precipicio con el 82% móvil o el uso de reservas?"

    Además del certero comentario de Guido sobre este punto, agregaría que el tema acá es el presupuesto que implica esto. ¿Por qué la oposición tendría que criticar todo? La discusión política suele ser extremadamente 'salvaje'. Las extenuantes críticas van en general paralelas a una preocupación por no mostrar simpatía por ninguna 'medida oficial'. A tal punto que aguien que, como debiera ser sin embargo la norma, durante las épocas críticas del kirchnerismo llegaba a ver cosas buenas en la gestión si bien sin por eso dejar de ver las malas era ipso facto acusado de ultrakirchnerista. Esto parece deberse a que se parte de un sistema religioso de creencias: el gobierno es malo, pero malo en serio, todo malo, como el diablo, no puede ser causa de un bien. Aunque no se lo diga explícitamente, si se escucha con un poco de atención, eso está como supuesto de la mayoría de las discusiones. Evidentemente, parecida demonización fue la que apuntó contra el 'menemismo' y el 'alfonsinimo' en diferentes momentos.

    Teniendo en cuenta esto, lo de la AUH que mencionás ya no encierra ningún misterio. En realidad es indiferente a quién se le ocurrió primero en el sentido de que no parece ser la cuestión relevante al cotejar los humores del público. Las preocupaciones son evidentemente otras, y la interpretación en cuestión lo que hace es falsear los hechos: con el presupuesto de que a la gente le debería importar principalmente cosas como 'a quién se le ocurrió primero' una determinada política o también qué opinaban hace 25 años los actuales candidatos. Son todos falsos problemas, comunes en quienes por no tienen chances de ganar en el terreno electoral (no es casualidad; diría, ya que es un blog de economía, que es como fabricar un produto que no le sirve a nadie para nada, perder mucha plata en las inversiones que implicó, y salir a decir que la gente tiene mal gusto y por eso no lo compró).

    No estoy diciendo que no sea importante ser 'consecuente' o haber sido el primero en decir algo. Tampoco digo que sí lo sea. Lo que parece es que a la gente, por ejemplo respecto de la AUH, le preocupa más la posibilidad de que se siga implementando en el futuro antes que si a alguien se le iluminó 15 años atrás y tuvo una idea parecida. No estoy diciendo que en lo concreto el kirchnerismo sea la única garantía de la misma. Tal vez se crea eso, pero el tema es que la preocupación suele ir mas hacia adelante.

    Con respecto a los juicios a represores. Acá es lo mismo; quienes ven bien -y me incluyo, obvio- que se juzgue los delitos de lesa humanidad se preocupan más por que se siga adelante con ellos y que no asuma un gobierno que los indulte o promueva una amistía o les quite apoyo a los organismos de DDHH; antes que por si hace 30 años dijeron tal o cual cosa.

    Saludos.

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  7. Peter: No me debo haber expresado claramente. De un gobierno solo me interesa lo que hace, no su conviccion o de donde sale la idea. El punto que hacia era que, al apropiarse de los temas, el gobierno deliberadamente deja a toda la oposicion en la vereda de enfrente, como defensores del monopolio, indiferentes a los DDHH o a los que menos tienen, etc., a pesar de que, como bien decia Fede, sectores como el PS, el alfonsinismo o el GEN simpatizan (y de hecho en ocasiones han votado) con el gobierno en estos frentes.

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  8. ELY, personalmente coincido con vos, si interpreté bien: es muy valioso quien concibió inicialmente un idea, pero tratándose del gobernar, es preferible el que sea capaz de llevarla a cabo.

    Pero hay un punto que me deja dubitativo, relacionado a enunciados como "el gobierno deliberadamente deja a toda la oposicion en la vereda de enfrente, como defensores del monopolio y de la mano dura, indiferentes a los DDHH o a los que menos tienen". Creo en particuar que es factible que el gobierno deliberadamente desee que esto ocurra así, que para la sociedad sea cierto que su oposición no es más que eso que describe e lenunciado como tal, pues lo beneficiaría. Pero tampoco podría decir que estoy seguro de que ese sea el deseo del gobierno, lo dejaría por tanto en suspenso.

    Lo que quería es comentar dos cosas. En primer lugar, las circusntancias que rodean a tales hechos. Sea cual sea los efectivos clivajes, estos existen. Es decir: existen efectivamente quines son indiferentes (y esto es decir poco) respecto a los derechos humanos, quienes son idiferentes a los que menos tienen (o aún que creen que esa indiferencia es el mejor mecanismo disciplinador que llevaría al progreso general), quienes reclaman (o quieren poder implementar) la mano dura, quienes defienden (o son) tal o cual mono u oligopolio. Es obvio que le GEN no podría contarse entre ellos, está fuera de discusión. Pero el tema es que lo que parece más factible (quizá sea una apreciación errada, pero parece ser común y es en parte una impresión personal) no es que el gobierno actual sea relevado por el GEN o el PS sino por otras opciones dentro de las cuales sí cabría ubicar algunos de aquellos. Dicho de otro modo: no es lo mismo si la consecuencia de la caída del actual gobierno (o, su relevo democrático, desde cualquier punto de vista preferible) sea la asunción del GEN, a que si fuera la de Lopez Murphy, Duhalde, etc.

    Sentado lo anterior, habría que considerar que como la información con la que cuenta cada uno de nosotros es escasa y sesgada, puede ocurrir, por ejemplo, que uno piensa erradamente que porque el GEN tuvo una alianza con Carrió, y Carrió salió a decir que ella va a "defender al monopolio", entonces el GEN "defendería al monopolio". Este ejemplo pertenece a una clase de ejemplos muchos de los cuales pueden ser consecuencia de la tergiversción de la información (por ejemplo: medios oficialistas que quieren dar una imagen equivocada de algún detractor uyo, o incluso medios opositores que con el fin de crear un humor político determinado en las masas, dan a entender que el gobierno está solo frente a un consenso absoluto de sus detractores). En este punto me viene a la mente la posible alianza entre el alfonsinismo y De Narvaez y me permite dudar de la posibilidad de que de esa forma Alfonsín pueda llevar a cabo sus ideales socialdemócratas...

    Esto conduce a la otra cosa que quería comentar, que es en realidad una pregunta: ¿es realmente el gobierno el que deja a toda la oposición en la vereda de enfrente, o es la oposición la que busca ubicarse allí? Es una verdadera pregunta, en el sentido en que no sabría qué responder. Probablemente lo más fácil sea decir que es una responsabilidad compartida. Pero con eso no digo casi nada. Tal vez sea que el gram clima de hostilidad que reinó hace dos años confudió bastante, y que ya sea hora de repensar las estrategis... en fin, no tengo idea.

    Saludos

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  9. Ayj: Como yo solo tenia 10 en el 76 -deficit que no compenso con el conocimiento del historiador o el politologo- me limito a transcribir este parrafo de un trabajo sobre la visita de la CIDH al pais en 1979 (googleado al azar del sitio -excelente, por cierto- del agente de CIPOL).

    El día 6 de septiembre los seis miembros de la misión arribaron al país y comenzaron a entrevistar a representantes de la sociedad civil y política. Las primeras voces que escucharon parecieron darle la razón a Videla: la justificación de la represión por la virulencia y extensión que habían alcanzado las acciones guerrilleras y la necesidad de contribuir ahora, concluidas las operaciones, a la “pacificación”, estaban en boca de todos. En algunos casos los entrevistados fueron bastante más allá de lo que el régimen pudo haberles exigido. Los partidos moderados se declararon a favor de "ganar la paz" "en el respeto silencioso de nuestros muertos" y "en función de la restitución del orden jurídico", acompañando algunos esos deseos con la solicitud de "esclarecer denuncias y episodios dramáticos y lamentables" (como rezó la declaración de la UCR). Pero los de derecha consideraron directamente "necesaria" la represión y "desagradable" la presencia de la "comisión investigadora". Una solicitada firmada por las más importantes asociaciones empresarias y profesionales llegó al extremo de afirmar que en "idénticas circunstancias volveríamos a actuar de idéntica manera". Por su parte, los directivos de medios de comunicación negaron que rigiera algún tipo de censura, adhirieron a la tesis según la cual en la guerra antisubversiva los enemigos carecen de derechos y denunciaron la “intromisión en los asuntos internos del país”. El diario La Nación quiso cumplir con el deber moral de esclarecer a los visitantes e informó que “alrededor de 400 presuntos desaparecidos viven en el exterior”. La opinión de la curia estuvo representada por estas palabras de Monseñor Octavio Derisi, rector de la Universidad Católica Argentina: “no tenía por qué una comisión extranjera venir a tomarnos examen (...) pido a Dios que sean objetivos y no se dejen influenciar por aquella gente que
    ha creado este problema en la Argentina: las familias de aquellos guerrilleros que mataron, secuestraron y robaron”. Con matices que iban entre la adhesión expresa a los objetivos del Proceso a la justificación de “lo actuado” ante la “agresión”, parecía existir un amplio consenso a favor de vivir en paz y dejar atrás lo que pertenecía al pasado. Las voces que desentonaron, entre ellas las de Raúl Alfonsín, líder de un sector minoritario del radicalismo quien denunció que "Argentina está siendo empujada a un colapso ético por los partidarios de la violencia de uno y otro signo" y, con más contundencia, Deolindo Bittel, vicepresidente del PJ, que impulsó una valiente declaración de ese partido en la que por primera vez se denunciaba "la violación sistemática de los derechos humanos", y que la guerrilla se había utilizado como excusa para implantar el terrorismo de Estado y para colocar la “doctrina de la seguridad nacional (por) encima de la ley que debe amparar por igual a todos los ciudadanos", justificando "la muerte y/o desaparición de miles de ciudadanos”, no alcanzaron a empañar el éxito que parecía haber logrado el gobierno. Bittel incluso sería desautorizado por sus propios compañeros, incluida la ex presidente, Isabel Perón, quien desde su
    lugar de detención advirtió a los “inspectores de la CIDH” que nada tenían para enseñarle a los argentinos en materia de derechos. Varios gremios importantes se unieron para declarar que "el pueblo argentino valora y aprecia la tranquilidad, reconoce el orden y está satisfecho con la libertad que hoy vive el país". Era sin duda más de lo que Videla podía exigirles. (cit. en Novaro y Palermo, 2003).

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  10. Peter: A tu ultima pregunta apuntaba mi post. Quer al gobierno le conviene y a eso apunta no tengo dudas (tambien los harian otros, con mayor o menor intensidad). Pero como es que la oposicion queda contra la cuerdas y a merced de la (con perdon de la analogia pugilistica) incisiva izquierda del aparato mediatico oficialista (mas cristinista que peronista)? Aqui supongo que se combinan varias cosas: errores de calculo al intentar un frente anti K (como comente varias veces, a mi juicio, el peor tipo de polarizacion pero, me temo, la que imperara hasta octubre), busqueda del votante medio que se presume mas tirado hacia la derecha (y que, en un periodo de bonanza economica, limita el flanco de ataque al flanco conservador de temas como la seguridad, la injerencia estatal, el distribucionismo garantista "indoamericano") y, sobre todo (lugar comun si los hay) la ausencia de un un candidato que valga mas por lo que representa que por lo que niega.

    (En este punto, haria una salvedad con Alfonsin, que si bien aun no ha logrado representar nada en concreto, es sin duda el que la tiene mas dificil para generar un discurso propio sin violentar su imagen natural, dados los puntos de coincidencia con el relato oficial.)

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  11. Lo mas jugoso en tus respuestas a los comentarios:
    1.- Las politicas de Alfonsin ¨en su contexto¨ ochentoso, como siempre el tiempo pone las cosas en su lugar y cada dia q pasa demuestra q su compromiso y gestion democratica tuvo un alcance mucho mayor al percibido.
    2.- esta frase describe como un momento se come un proyecto, cualquier proyecto: ...¨sobre todo (lugar comun si los hay) la ausencia de un un candidato que valga mas por lo que representa que por lo que niega¨...
    Muy bueno Ely
    Sdos

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  12. Ely, no pretendía poner en duda la importancia del juicio a las juntas. Solo quería recordar que el oficialismo (al igual que el alfonsinismo en su momento) no puede ser reducido a un par de individuos.

    Con relación a los DDHH, los organismos que encabezaron durante tres décadas la lucha por el juicio a los asesinos suelen tener una opinión bastante pobre de Alfonsín. A los tres días de asumir envió una ley que explícitamente dejaba sin juzgar a todos los responsables con excepción de las juntas. Esa ley no pasó por el senado debido a que Gonzáles Gass (ucr) y Sapag (mpn), ambos padres de desaparecidos fueron derrotados por su conciencia. Notesé que (año 83) hablamos de delitos no prescriptos aún sin ser declarados de lesa humanidad. Como dice alguien arriba, hay mucho mito sobre el asunto. Este hecho, los posteriores levantamientos carapintadas (que permitieron a Alfonsín volver a su proyecto inicial con las leyes de punto final y obediencia debida), y la negativa durante toda su gestión a recibir a ninguna organización de derechos humanos que no le fuera políticamente afín (e incluso los ataques discursivos públicos a algunas de ellas, como las MdPdM) alienaron a la mayoría de los organismos contra el alfonsinismo.

    Ojo, no estoy criticando a Alfonsín con esto. El contexto indica que en las primeras elecciones de esta etapa democrática la mitad del electorado se inclinó por la impunidad de la mayoría de los militares excepto las cúpulas (votó a la ucr) y la mayor parte de la otra mitad por la impunidad para todos (votó al pj).

    A lo que apunto es que más que el discurso oficial, lo que se expresa en ese ninguneo a Alfonsín que percibís, es la posición de los organismos de DDHH, desde las abuelas hasta el Cels, pasando por las facciones de las madres, los h.i.j.o.s. y los familiares. Es decir, se expresa un sector fundamental de la coalición oficialista, a quien es imposible negarle su continuidad en el reclamo (y el mérito en la consecución de sus objetivos).

    De allí que argumentar que el kirchnerismo "se apropió" equivale a olvidar la relevancia de la lucha de un sector fundamental de la sociedad civil al respecto...y convalidar la "apropiación" de Alfonsín de un reclamo popular que lo excedió y lo trascendió.

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  13. Guido: No es mi intencion refutar un buen argumento (y el tuyo es muy bueno). Mi impresion es que tanto Alfonsin como Kirchner hicieron lo que pudieron en cada caso (y que en el caso de Raul su alineamiento con la lucha por los DDHH predata por decadas el de Nestor). En todo caso, mi punto es mas simple: rescato los meritos de ambos en su contexto y, a pesar de las limitaciones y demoras, me alegro de que Argentina haya sido (entonces como ahora) el pais de America Latina que mas avanzo en llevar a la justicia al terrorismo de estado.

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  14. Estamos de acuerdo, Ely.
    saludos!

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  15. eso ultimo es cierto. Y es tambien cierto que de alguna forma hicieron lo que pudieron, limitados por su esquema, bien, mal, la historia juzgara, los que vivimos nuestra etapa universitaria (colimba incluida, Chile en mi caso) quizas lo vemos con los ojos de los que creimos en la primavera alfonsinista, para desembocar en el invierno de los 90s, pero bueno, eso es otro tema

    saludos cordiales

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  16. ELY

    ¨De un gobierno solo me interesa lo que hace, no su conviccion o de donde sale la idea. El punto que hacia era que, al apropiarse de los temas, el gobierno deliberadamente deja a toda la oposicion en la vereda de enfrente (...)¨

    Estoy completamente de acuerdo con la primera parte de tu comentario aunque creo que la responsabilidad de cruzar a la otra vereda es de la oposición y no del gobierno.

    Hace unos años Zamora, que siempre militó a favor de los DDHH, se negó a votar la derogación del Punto Final y la Obediencia Debida ya que consideraba que los otros diputados carecían de legitimidad para hacerlo (eran hipócritas o algo aún peor). Argumentó que el kirchnerismo ¨ensucia¨ todo lo que toca, incluso los DDHH.

    Este tipo de comentario, más relacionado con la ética personal que con la política o el bien público, es un límite muchas veces infranqueable para la oposición.

    La crítica política deja su lugar así a una discusión ética referida a la honestidad o a las intenciones del Ejecutivo. Y esos términos (el ¨honestismo¨ o el ¨intencionalismo¨), categorías no inventadas por el oficialismo, se convierten en la columna vertebral del discurso opositor (simplifico mucho, por supuesto).

    Aplaudiría a Pichetto, por tomar un ejemplo, por su trabajo en el Senado para votar la ley de matrimonio gay, aún si alguien me dijera que los derechos de las minorías nunca le interesaron y critico a Carrió por haberse abstenido aún si supiera que militó siempre a favor de la causa.

    Creo que ¨oportunismo kirchnerista¨, que incorpora a su agenda proyectos ajenos a la ¨tradición peronista¨ (AUH, Corte, matrimonio gay...etc) es una buena noticia para la sociedad que la oposición podría haber intentado capitalizar de alguna manera.

    Por el contrario, reaccionó reemplazando sus banderas históricas por enunciados apocalípticos o generalidades de manual.

    Perdón, fui un poco largo...

    Saludos cordiales,
    r.

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