jueves, 10 de junio de 2010

Sin márgenes

Ayer tuvo el gusto de participar del Seminario organizado por Ciencias Económicas de la UBA, y el honor de compartir un panel con destacados y queridos colegas. Lamentablemente, algunos abusamos de nuestro tiempo de exposición y se hizo tarde para preguntas, así que si a alguno se le atragantó algún comentario, velada crítica o indignado improperio, ésta es una buena oportunidad para ventilarlo.

Ésta fue mi presentación de ayer. Más allá de las obviedades del caso, mis 25 minutos de cháchara intentaron enfatizar una distinción que suelen pasar por alto muchos analistas de la macro de países sinuosos como el nuestro, incluyendo (más previsiblemente) sus propios hacedores de política: la diferencia entre stocks y flujos. El ejemplo más claro es el de una recesión que genera condiciones transitorias de crecimiento no inflacionario por encima de la tendencia (flujo), hasta que se consume el stock de capacidad ociosa fruto de la recesión.

Con esta aclaración, dejo aquí una suscinta sinopsis de la charla.

(Aclaro: dado que no espero que este gobierno modifique sus políticas económicas, la pregunta de partida es prospectiva: ¿cómo llegamos a 2011 y qué toca hacer entonces?).

1. El crecimiento poscrisis argentino se benefició tanto del viento de cola como de la presencia de cuatro márgenes que permitieron crecer a tasas por encima del potencial sin generar una dinámica explosiva.

2. Simplificando, el viento de cola incluyo (i) cantidades: el crecimiento de China y la relativa estabilidad de Brasil (es relativamente fácil ilustrar cómo el desacople de las economías emergentes se explica como acople a China y, en nuestro caso particular, Brasil); (ii) precios: la depreciación del dólar y la apreciación de las monedas emergentes (que parecen lo mismo pero no lo son), y la mejora de los términos de intercambio (boom de commodities y deflación de manufacturas, ambas cortesía de la dinámica china); y (iii) costo financiero (spreads a la baja gracias a la gran ilusión de la Gran Moderación).

3. Simplificando, los márgenes fueron (i) la contracción de 1999-2001, (ii) la innovación tecnológica que extendió la frontera agrícola (complementando el boom de precios); (iii) la devaluación + retenciones, que nos regaló una moneda subvaluada con traslado a precios lento (recesión mediante) y limitado (nuestra inflación bajó antes de volver a subir, y la de hoy poco tiene que ver con aquella devaluación), y (iv) el default + pesificación (condición necesaria de la devaluación, y artífice de una limpieza de balance que explica en gran medida las inversiones y rentabilidades empresarias del primer gobierno K).

4. El viento de cola amainó. Las commodities se han estabilizado en estos niveles (por cierto, históricamente altos), las monedas emergentes ya no están subvaluadas (y la apreciación del yuan se insinúa más imperceptible que gradual, y apenas compensa la depreciación del euro), y la aversión al riesgo persistirá y penalizará a los díscolos (eximiendo a la mayoría de los emergentes recientemente graduados). No todo es negro: China seguirá creciendo.

5. En 2011, los márgenes con que partimos en 2002 se habrán consumido en su mayor parte. Con una apreciación real esperada del 30% para el bienio 2010-2011 (multilateral, asumiendo que el dólar mantiene su parida con el mundo), el margen para utilizar al dólar como ancla cambiaria (y su consecuencia: tasas artificalmente bajas) se habrá agotado. Lo mismo vale para el superávit fiscal. No es el nivel lo preocupante: después de todo, aunque no abusa del impuesto inflacionario, la Fed transfiere sus utilidades al Tesoro americano y, salvo unos pocos conejillos de indias, nadie privatizó el pasivo contingente previsional, por lo que tras la reestatización de las AFJP estamos como el resto. Lo que preocupa es la velocidad del deterioro: comparando manzanas con manzanas (esto es, neteando BCRA y ANSES), 5% del producto en 3 años. Lo mismo vale para el segundo gemelo: con una elasticidad de las importaciones exacerbada por la incertidumbre (política y cambiaria) y el know how importador del productor vernáculo, es probable que en 2012 tengamos nuestro primer déficit de cuenta corriente en muchos años.

(Como margen consumido, habría que agregar a los mencionados en la presentación la desindexación de la economía a la salida de la convertibilidad.)

9. La apreciación requiere un plan antiinflacionario que minimice el uso del ancla cambiaria (una nueva devaluación, en cambio, tendría un traslado a precios muy superior al de 2002).

10. El déficit fiscal difícilmente pueda reducirse de la noche a la mañana. Tampoco es óptimo hacerlo. Para no terminar de contestar una pregunta que no contesté en un post que ahora no encuentro: ¿Dónde cortar? Mis amigos fiscalistas listan a las tarifas en primer lugar. Después difieren: inversión pública (¿con este déficit de infraestructura y este mercado financiero?); diluir jubilaciones con inflación (¿realmente queremos esto o una verdadera reforma previsional?); pisar la masa salarial pública, asignaciones, etc. En todo caso, nada que un servidor esperaría que el nuevo gobierno cortara en sus primeros 100 días.

11. Si el ajuste fiscal debe ser gradual y humano, el riesgo de los déficits gemelos sólo puede mitigarse pidiendo prestado afuera. Y aquí entra el único margen (público y privado) de los cambios estructurales de la poscrisis que, porque no quisimos o no pudimos, no nos consumimos: un buen perfil de deuda.

12. ¿Cómo se monetiza este margen? Accediendo a los mercados. Los pasos ya los listó Boudou en su primer mes de gestión: (a) Articulo IV del FMI; (b) renegociación con (pero no pago cash al) club de Paris, (c) reforma del INDEC, (d) canje. Hicimos (d) (puro costo) pero no el resto. (c) es parte del plan antiinflacionario. (a) y (b) son fáciles y para nada costosos: el club está cansado de esperarnos para firmar, y el Fondo ¿qué nos puede decir que no le haya dicho ya a España o a Grecia? ¿Y a quién le importa?

13. En todo caso, con (a), (b) y (c), más un indicio de estabilización nominal y fiscal, nuestro costo financiero debería desplomarse. Si, en cambio, el próximo gobierno persevera en el vivir con lo nuestro, la combinación de flujos desequilibrados y márgenes extintos puede fácilmente desembocar en una recesión. Este escenario bipolar nos acompañará por un año y medio.

13. Para cerrar con la idea inicial, después de pagar durante años a expensas de reducir nuestros márgenes, en 2012 toca pedir prestado. De este modo, activaríamos el único margen que nos queda, y del que hoy no podemos sacar provecho. Esto de por sí no resuelve ninguna de las asignaturas pendientes (desde infraestructura hasta educación y salud) que determinarán el desarrollo en el largo plazo, pero nos permite pensar en ellas sin subordinar lo importante a lo urgente, mientras recuperamos márgenes de manera gradual.

14. Un país sin márgenes que no puede pilotear un contexto global incierto no necesariamente choca, pero queda innecesariamente expuesto.





11 comentarios:

  1. Quisiera hacerle la pregunta: cuál es y cómo opera la restricción stock-flujo que usted señala? Entiendo que los problemas de la deuda externa en los 80’ y 90’ son ejemplos típicos de ese tipo de desequilibrios que se caracterizan por la persistencia y amplificación de los shocks y la necesidad de hacer reformas tipo estructurales para sacar a la economía de las “trampas”, pero ese no es justamente el tipo de problema de la Argentina 2010 que bastante bien atravesó los dos últimos shocks internacionales (y que en relación al desequilibrio externo justamente el perfil de la deuda es bueno, y los potenciales problemas que usted señala son flujos). Creo entender que usted habla de un problema stock de capacidad y flujo de crecimiento por encima del producto potencial; usted piensa que ese nivel de producto es estático? Yo pienso que las altísimas tasas de inversión contribuyeron a ampliar la capacidad productiva de la economía, y que los problemas de oferta sólo aparecen en sectores puntuales, y que contribuyen (entre otros factores) a generar inflación. Igualmente si creyese en un producto potencial dado, eso (no) sería un desequilibrio stock-flujo?

    Por otro lado quería hacer la observación de que una reforma tributaria permitiría mejorar sustancialmente el resultado fiscal sin necesidad de recortar la inversión pública o desmantelar los subsidios en el corto. Los últimos trabajos de la cepal muestran que hay mucha tela por cortar por el lado de los impuestos directos (por ejemplo en ganancias del suelo y financieras a personas físicas) y de la evasión (que llega al 44% en ganancias y 20% de la recaudación teórica en IVA). El superávit fiscal aumentó fuerte el último mes. También es cierto que no es la misma holgura fiscal que años atrás y que el año próximo habrá elecciones.

    Por último, por el lado del balance externo creo que el panorama no es tan negativo como señala. Pienso en dos factores; primero en Brasil, que creció 9% el primer trimestre y subió la tasa con lo cual es probable que se aprecie el real recreando el mejor paisaje que podemos ver desde la ventana, y luego en China+India+USA y la demanda de biocombustible que mantendrán alto al precio de las materias primas por un rato. Creo que la amenaza es bien interna, en relación al colchón de competitividad de los transables domésticos ante una apreciación real que probablemente se ensaye como política antiinflacionaria. Creo que la discusión tiene que ir por ese lado, este punto lo señaló Astarita en el seminario pasado.

    Gracias. Saludos.

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  2. "Lo mismo vale para el segundo gemelo: con una elasticidad de las importaciones exacerbada por la incertidumbre (política y cambiaria) y el know how importador del productor vernáculo, es probable que en 2012 tengamos nuestro primer déficit de cuenta corriente en muchos años."

    No termino de entender esta cuestión. Corregime si me equivoco (temo que sea una pavada), pero los vaivenes de nuestra CC en los últimos tiempos van de la mano de la cosecha de oleaginosos y cereales, de los precios internacionales de estos productos y de las importaciones. No veo por qué las importaciones habrían de casi extinguir a nuestro presunto superávit comercial (Sobre todo si no hay demasiado "margen" para el crecimiento, ¿O lo hay?).

    En fin, ¡Se agradece el sum-up!

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  3. Matías: Tu razomamiento es correcto pero circular. Mi impresión es que la cocecha y los precios de commodities variarán tendencialmente en los próximos dos años, y que la acción estará dada por las impo. En este frente, si se persiste en un crecimiento electoral del 8%, es probable que las impo te consuman el superávit externo (reduciendo tu potencial de espacio para crecer en los años siguientes). Si desacelerás a un crecimiento no inflacionario (mi grosera estimación es que éste hoy oscilaría alrededor del 4%), se preservaría en parte del superávit externo. Te aclara esto el punto?

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  4. Mara: La tasa de inversión en Argentina (al igual que en Latinoamérica en general, y a diferencia de Asia emergente) nunca fue altísima. A esto se suma que, por efecto de la falta de confianza y la falta de claridad sobre el rol del Estado (que incluyen ´pero no se agotan en el conjunto de reglas e intervenciones públicas), nuestra inversión en los últimos años fue asignada desproporcinadamente a sectores que no expanden la capacidad productiva (p. ej., construcción residencial) o a expansiones marginales de menor rentabilidad, a expensas de grandes inversiones industriales y en infraestructura. Esto no implicaría, como sugerís, un producto potential dado, sino uno que crece al 3%-5% para el cual una crecimiento del 7% conlleva recalentamiento e inflación.

    En todo caso, creo que es claro que el espacio para crecer sin recalentamiento por encima del potencial, generado por una contracción del 25% en el período 1999-2001, se agotó alrededor en 2005-2006. Aquí, para ser rigurosos, habría que señalar dos aspectos que suelen empatanar la discusión: (i) una contracción del 25% no genera un gap del 25% sino menor, debido a que las crisis destruyen capacidad productiva (reducen el potencial de manera irreversible), (ii) el gap se diastribuye de manera desigual, de modo en el rebote aparecen cuellos de botella localizados aunque persistan excesos de capacidad en múltiples sectores (allí es donde entra a tallar la política macroeconómica, que en nuestro caso fue mucho más prescindente de lo que la encendida retórica oficial sugiere).

    En mis ejemplos, el caso del producto potential es el más obvio y el menos controversial, pero no el único. Simplificando, Argentina atravesó bien el shock global por dos factores: el aislamiento financiero (al no beneficiarse de la llegada de capitales no sintió la salida) y la capacidad para consumir márgenes (colchones) acumulados con anterioridad: reservas (gracias a la devaluación real del 2002), y ahorros previsionales (gracias al ahorro, a mi juicio injustificado, de la reforma previsional de los 90s, que contribuyeron a la crisis de deuda de 2001: como ves, nada es gratis). Así, mientras el producto pasaba de crecer 7% a contraer 2% (los números son aproximados: desde 2007 los cálculos oficiales del PBI tienen un sesgo positivo de aproximadamente 1%-2%), en línea con el resto de la región, el gobierno expandía contracíclicamente fondeando el gasto con los fondos previsionales y con un impuesto inflacionario del que sólo puede echar mano gracias a dos stocks previos: las reservas que garantizan un ancla cambiaria en el corto plazo, e inhiben una fuga hacia el dólar de los dineros y depósitos en pesos hoy vapuleados por la inflación, y la falta de indexación (herencia, tanto en espíritu como en la Ley, de la convertibilidad) que lentifica (pero no evita) una lenta espiralización de precios y salarios.

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  5. Mara (tal parece que Blogger no acepta comentarios largos): Coindico en que hay tela para una reforma fiscal; de hecho, en mi exposición intenté sembrar la duda sobre estrategia del recorte que parece abrigar in pectore gran parte de la oposición (de ahí el énfasis en el acceso a los mercados, justamente para ganar margen fiscal): no me queda nada claro que sobre inversiópn pública, y nunca me oirás decir que hay que diluir el gasto social (algo que, curiosamente, hizo el primer K con los planes Jefes y Jefas). Lo que pasa con la reforma es que, si alguna vez se hace, lleva tiempo y se necesita un plan B para no saltar sin red.

    En cuanto al contexto externo, me permito marcarte dos cosas. Primero, Brasil no puede crecer al 9% sin emular a la Argentina inflacionaria (los pronósticos hablan de 7%, y esto ya es inflacionario por lo que el año entrante debería volver más cerca del 5% potencial). Segundo, y más importante, el mantenimiento de los precios de commodities no es suficiente. Hasta ahora la suba de impo en volumen era compensada con la suba de expo en precios (este año fue inusual por la recuperación de la cosecha en relación con el 2009, inusualmente malo por la sequía). Si los precios de las expo dejan de subir, las impo se comen el superávit externo.

    En fin, no es cuestión de ser agorero. La conclusión de la ponencia no era que se viene una crisis, era que si el gobierno piensa que la viene piloteando bien y no percibe la falta de márgenes, es probable que enfrentemos una recesión perfectamente evitable.

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  6. La cosecha 2009/2010 tuvo clima inusualmente buen (asi como 2008/2009 fue inusualmente malo). Los pronósticos coinciden en que este año va a ser algo más seco, así que no sería descabellada hablar de una baja del 5% en la cosecha, por lo menos, pero a lo sumo el 10% en el peor de los casos.
    En cuanto a precio acá es todavía más dificil de predecir, pero todavía estamos en precios relativamente altos si los comparamos con 1997-2006. La crisis internacional y el euro débil dificilmente los hagan aumentar más, lo más probable es que bajen un poco. Así que para las cuentas usaría 5% menos de producción(en export la merma es mayor porque el consumo es fijo) y 5% menos de precio.

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  7. Mariano, en ese caso, puede que el segundo gemelo pase a mejor vida antes de lo pensado. R.I.P.

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  8. Como dice Mariano, las proyecciones del USDA para 2010/2011 presentan una caída de sólo el 2% sumando trigo, maíz y soja (creo), todavía en niveles elevados. Pero bueno, admitamos que hay un poco de futurología, ¿no? ¡Todavía ni se sembró si no me equivoco!

    Creo que capté la idea (o la confirmé): lo que vos estimás es que en 2012 las importaciones van a ser aprox. las de 2008 (US$ 55.000) por el crecimiento y las exportaciones quizá un poco más elevadas que las del 2009 (US$ 56.000) por una cuestión tendencial (y una mejor cosecha), extinguiéndose así las expo netas y, por ende, el superávit de CC.

    Veremos, veremos..

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  9. No, lo que la digo es que la tendencia de expo e impo indica que desaparece el superávit de cuenta corriente (el que importa para el argumento de la ponencia). El superávit comercial (expo menos impo) seguirá siendo positivo en 2012 (pero menor).

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  10. ELY gracias por contestar. Le hago unos comentarios más.

    Respecto de la tasa de inversión creo que hay que compararla con la serie de cada país y no con la de otros. En primer lugar, como dice Easterly, se verifican trayectorias de crecimiento bien disímiles entre países con iguales tasas de crecimiento; entonces hay que mirar el número con cuidado (no es dame tasas chinas y creceremos como ellos). Digamos que la estructura económica (de bajos salarios) de Asia requiere tasas del 30% para crecer al 9% y la de Argentina (con mejores salarios) del 20%. Ese porcentaje, que fue el promedio en los últimos años, y que se alcanzó en los picos de crecimiento de la convertibilidad, se acerca a los máximos históricos de nuestra serie.

    Entonces me cuesta pensar que la economía esté sobrecalentada. Una clave sería que esa inversión haya ampliado muy poco la capacidad productiva; cosa que es realmente difícil de creer porque fueron tasas bien altas. Entiendo que es lo que usted sostiene pero quisiera preguntarle en base a qué fuentes porque no existen datos de inversión sectorial (aquí cada quién pregunta a sus amigos industrialistas que conocen la letra chica). Disculpe el escepticismo pero sigo creyendo que no puede haber una tasa estática de crecimiento del 3-5%, también durante la convertibilidad crecimos al 7% y no estabamos recalentados, ve..

    Por otro lado considero excesiva la falta de mérito que tendrían de acuerdo a su análisis los policy-makers-k. La deva fue heredada y las reservas también? O se sostuvo día a día un TCRCE con las operaciones del BCRA? acaso dejaron de aumentar las reservas? Para usted lo que sí hizo el gobierno fue generar inflación (esto sí comparto, más bien comparto que no hizo mucho para frenarla) y hacerse de los recursos previsionales (comparto que fue una política once-and-for-all pero ahora no son ingresos extraordinarios, así que si permiten sostener un superavit fiscal entonces fue una buena política once-and-for-all).

    Por último. Está bueno el punto que marca respecto de Brasil. De hecho aumentaron la tasa para enfriar la economía (no sé cuán efectivo es ese canal de trasmición en la economía vecina pero puede que desacelere un poco). Comparto la preocupación respecto del crecimiento impo-expo, era la misma situación antes de la crisis pero en niveles los términos de intercambio permitían sostener el superávit. Ahora ese viento amainó pero la elasticidad de las impo sigue siendo bien alta (aquí sumamos otro factor a la preservación del superavit externo durante la crisis: la mayor caída de las impo vis a vis las expo) y la sensibilidad de las expo al tipo de cambio quién sabe.. y si encima van a apreciar.. ay no.

    (Perdón que haga comentarios tan largos es que soy principiante en la BEA)

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  11. Mara, Argentina nunca creció de manera estable al 7% (Brasil tampoco). El promedio de los 90s (independientemente de si incluis alguna crisis y cual) fue mucho menor. De hecho, incluir la crisis deberia ser la norma porque, como decía, las tasas de crecimiento después de una contracción suelen ser transitoriamente altas. La poscrisis fue, en efecto, el período de mayor crecimiento anual promedio en muchos años, y con una inversión despareja y que sólo despegó incipiente y fugazmente en 2005-2006, terminó en recalentamiento. Entiendo que la inversión debería medirse ajustada por precios relativos (o de manera real, estilo Penn tables, aunque hay críticas también a estos números), pero aún sin tener estos números a la vista estoy seguro que las tasas de inversión asiáticas superan a las latinoamericanas por más de diez puntos del PBI. Por otro lado, no entiendo la relación que sugerís entre salarios y la productividad del capital (el canal por el que la inversión incrementa la oferta). ¿Estarás pensando en rentabilidad?

    En cuanto a la inflación, al igual que el riesgo país, no fue heredado. Ambos se estabilizaron en niveles bajos antes de comenzar a subir.

    Por último, no resto importancia a la gestión K de preservación del modelo, sólo que, com buen economista acostumbrado a que el común de la gente confunda simultaneidad con causalidad, prefiero aclarar que los pilares del "modelo" (devaluación, retenciones y pesificación) fueron medidas en parte pensadas por industrialistas del dólar alto en 2001, y convalidadas de urgencia por el primero equipo económico de Duhalde en el medio del incendio de ppios de 2002. Personalmente, no me preocupa tanto la apropiación del crédito (lo mismo cabe, por caso, para la política de DDHH de la que el gobierno de Alfonsín fue pionero absoluto en la región) sino las conclusiones equivocadas que pueden surgir cuando las políticas son racionalizadas a posteriori, perdiendo de vista las condiciones objetivas que las promovieron.

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