Es probable que Argentina y Brasil pasen a integrar en brev el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), una suerte de cooperativa de dólares a la que varios países (hoy mayoritariamente andinos) aportan reservas de modo de poder pedir prestado en caso de estrechez. La expansión del FLAR es una buena noticia, pero dista mucho de solucionar el problema que le dio origen: la exposición a salidas pronunciadas de capitales y depreciaciones bruscas.
En los papeles, el FLAR permitiría "diversificar" el riesgo. Imaginemos dos países idénticos, con el objetivo de mantener reservas líquidas por 100 dólares. Si la salida de capitales en estos países no se dan simultáneamente, entonces bastará conque cada uno ponga 50 para tener 100 disponibles en caso de que alguno lo necesite. Así, al agruparse, cada país debería acumular la mitad de las reservas que necesitaría si lo hiciera de manera individual. (La tabla 2 de este trabajo detalla el proceso de pooling en el FLAR y en su símil asiático, la Chiang Mai Initiative o CMI).
Un pool de este tipo requiere un esquema de acceso que dista mucho de ser el Reservas para Todos que algunos imaginan. Como señala el trabajo citado, y como me tocó discutir en un reciente encuentro en Bali, los asiáticos aún discuten como instrumentar el acceso a los fondos de los socios del CMI (hasta ahora, estos fondos estaban en su mayor parte sujetos a la aprobación del FMI! -lo que, dada la conocida aversión asiática al Fondo, condenó al esquema a la inconsecuencia). El balance entre ayudar a los hermanos latinoamericanos y socializar las reservas brasileras es políticamente delicado.
Pero el problema fundamental de esta iniciativa surge cuando lo que se pretende es asegurar el acceso a dólares en momentos de crisis global, momento en el que es probable que todos lo países pidan prestado al fondo simultáneamente, y los dólares juntados no alcancen para satisfacer la demanda (en rigor, alcanzarán para satisfacer parte de la demanda -en nuestro ejemplo, 50 millones- sin ningún beneficio de diversificación). Así, en una crisis global, a menos que el fondo tenga acceso a liquidez externa, no es mucha la liquidez que puede sumar.
La razón es simple: en una crisis global, el único que puede funcionar como asegurador (o prestamista) de última instancia es el emisor de última instancia, esto es, el país que emite las monedas buscadas como refugio (o monedas de reserva). En la práctica, hay pocos de estos: la Reserva Federal, el Banco de Japón y, en menor medida, el Banco Central Europeo. También China, dado que si bien no emite moneda convertible, tiene tantos dólares en el bolsillo que puede prestar algunos sin problemas.
De hecho, fueron estos países los que funcionaron de reaseguro durante la crisis de 2009: La Fed a través de sus canjes de monedas a 14 bancos centrales del resto del mundo (incluyendo 4 del mundo emergente), y Japón y China a través de canjes regionales (Argentina se benefició de uno de ellos). El mismo FMI sólo tiene capacidad de asistencia en la medida en que canalice los fondos comprometidos por estos emisores: ¿quién sino EEUU convirtió a dólares los DEGs -la "moneda" del Fondo-que se agenció el BCRA en el medio de la crisis? ¿Y de dónde salen los fondos para extender la capacidad de préstamo de los organismos multilaterales?
Y allí radica el talón de Aquiles del FLAR: si ninguno de sus miembros es emisor de última instancia, ¿quién pondrá los dólares cuando la región toda enfrente una fuga hacia la "calidad" de los bonos del Tesoro de EEUU? (Esta es, de paso, la ventaja del CMI: tanto Japón como China pueden apuntalar el pool de reservas asiático).
Una salida sería utilizar el FLAR como un vehículo para cerrar un seguro con alguno de los emisores de última instancia (asumiendo que éstos estuvieran dispuestos a comprometer algo? Otra consistiría en utilizar el FLAR (que, por efecto del peer control, ha tenido históricamente una calificación de deuda superior a la de sus miembros) para emitir a tasas convenientes (a la manera del BID o la CAF).
En cualquier caso, la regionalización del FLAR es una muy buena noticia, pero sólo el primer paso para reducir la dependencia del FMI u otras ayudas contingentes.
Este es un post muy poco Nac&Pop.
ResponderEliminarHay gernte que tadavía no entiende por qué los bonos del Tesoro Americano bajan de precio en medio de la "crisis".
La economía no suele ser pop. Lo de nac en cambio es más discutible, ¿por qué este post no lo sería? En cuanto a los bonos del Tesoro, en realidad suben de precio en las crisis porque la gente busca refugio en los activos seguros, y a pesar del deterioro de la imagen de solvencia americana, los demás activos no se ven más saludables (o no tienen la espalda para soportar la demanda inversora). Dicho esto, hay cierta lógica circular en esta argumentación, ya que, como cualquier deudor sobregirado, el Tesoro americano tendría problemas para honrar sus compromisos si repentinamente nadie quisiera refinanciarlos. Del mismo modo, uno esperaría que países emergentes con poca deuda pudieran servir de reserva de valor (incluyendo los argentinos, si no fuera por el affair INDEC). Mi impresión es que, lentamente, vamos en esa dirección.
ResponderEliminarEduardo, no soy economista (abogada), pero tengo una duda. No puede ser que el Fondo sirva para evitar una fuga global pero sequencial? Algo asi como lo que pasa en Europa que parece que atacan de a uno por vez. Con este fondo, o te metes con todos de una o no haces nada. Es una pavada lo que digo?
ResponderEliminarSaludos
Ana: No es una pavada lo que decis. Pero hay una diferencia fundamental entre Europa y Latinoamerica: en el primer caso, el problema son ellos y los mercados atacan a los paises a medida que su situacion de endeudamiento se deteriora; en el segundo, el problema es el contagio (inversores en panico) y afecta a todos por igual y al mismo tiempo independientemente de su situacion financiera (por lo general, buena). Por eso, el fondo regional (una suerte de FMI latino) tendria sentido para enfrentar crisis locales, pero no ayuda tanto en casos de contagio como el actual.
ResponderEliminarEntendido. Gracias
ResponderEliminarDejando las restricciones politicas de lado, estoy errado si digo que USA no podria entrar nunca en default?
ResponderEliminarSu deuda es en dolares y ellos tienen la "maquinita" de hacer dolares.
Lo unico que deberian hacer es imprimir mas para pagar y listo.
Por supuesto que se depreciaria su moneda, pero la deuda no se veria afectada como nos pasaba a nosotros que necesitabamos mas pesos a medida que se depreciaba nuestra moneda.
Que despues esto genere inflacion en USA es otro tema, pero nunca entrarian en default.
Hola ELY. Muy bueno el post. Iba a publicar una contestación, pero se me hizo larga y la transformé en post....
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